El indicador sintético de actividad que elabora el Ministerio de Economía y Hacienda marca una contracción del producto interior bruto (PIB) del 1,5% en el cuarto trimestre, lo que supone la entrada en recesión de la economía española tras dos trimestres seguidos de decrecimiento, según los datos difundidos ayer.

La cifra, que Economía elabora con la información macroeconómica disponible en cada momento, pone de manifiesto una intensa desaceleración de la actividad tras el estallido de la crisis financiera el pasado verano. El indicador se compone con datos como el consumo aparente de cemento, que cayó el 37% con respecto al trimestre anterior, y las matriculaciones de vehículos (-43%), entre otros.

No obstante, este indicador suele arrojar un crecimiento inferior al que finalmente marca la Contabilidad Nacional, que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, en el tercer trimestre, señaló un decrecimiento del 0,1%, y la economía creció en realidad el 0,9% en tasa interanual. De la misma forma, en el segundo trimestre, el referente económico del ministerio marcó un crecimiento del 0,9%, mientras la economía creció al final el 1,8%, y en el primer trimestre el indicador señaló un crecimiento del 1,8%, mientras que la economía creció el 2,7% en tasa interanual.

TASA NEGATIVA Previsiblemente, y tal y como marcan todos los pronósticos, la tasa del último trimestre del año será finalmente negativa y confirmará la entrada de la economía española en una recesión ya prevista por numerosos organismos. España se une así a las principales economías de la UE, que ya han iniciado el camino del decrecimiento, como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.

En el tercer trimestre, la economía española se contrajo el 0,2% en tasa intertrimestral, registrando su primer crecimiento negativo en 15 años, aunque en tasa interanual creció un 0,9%, la mitad de lo que lo hizo en el segundo trimestre.

Las dificultades provocadas por la crisis financiera internacional y por el ajuste del sector de la construcción han llevado al ministro de Economía, Pedro Solbes, a realizar más de una revisión de las previsiones del Gobierno a lo largo del año, hasta situarlas en el 1,6% para el 2008 y en el 1% para el 2009. El propio Solbes ha reconocido que estas previsiones se han quedado desfasadas, por lo que revisará el cuadro macroeconómico.

El cambio de perspectivas se acercará a otras previsiones más pesimistas, como las de la fundación de las cajas de ahorros, Funcas, que tras su última revisión señaló una contracción de al menos el 1,5% para el 2009.