Las autoridades estadounidenses exigirán a los fabricantes de automóviles que instalen airbags de cortinilla más grandes para evitar que los ocupantes del vehículo sean lanzados fuera del vehículo en caso de vuelco.

La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) ha anunciado que la medida "ayudará a reducir el número de personas que son lanzadas parcial o totalmente a través de las ventanas laterales durante los vuelcos".

El secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood, ha expresado en un comunicado que "este nuevo estándar ayudará a salvar vidas y reducirá las lesiones al exigir que los vehículos tengan un sistema de seguridad que mantiene los ocupantes en el vehículo durante los vuelcos".

A PARTIR DEL 2013

NHTSA informa de que la medida empezará a ser implantada en el 2013 y estará en vigor en todos los vehículos para el 2018. El director de NHTSA, David Strickland, ha dicho que los vuelcos "son los accidentes más mortales". Según datos de las autoridades estadounidenses, el 35% de las muertes ocurridas en el 2009 en accidentes de tráfico en el país, unas 8.267, fue a consecuencia de vuelcos.

NHTSA calcula que la exigencia de airbags de cortinilla más grandes solo supondrá un coste adicional de 31 dólares (23 euros) por vehículo.