Las empresas exportadoras, inmobiliarias o las industrias farmacéuticas denuncian retrasos en la devolución del impuesto sobre el valor añadido (IVA) hacia el final y principio de cada ejercicio. Son compañías que pagan este tributo por las compras que realizan, pero que no lo repercuten en sus ventas o que lo hacen con un tipo de gravamen inferior o con un importante retraso.

Los asesores fiscales han recibido quejas de compañías que tienen estas características y que, en determinadas épocas del año, sufren importantes retrasos en el cobro de estas sumas. La ley reconoce a este colectivo el retorno del IVA soportado "de forma inmediata". A lo largo del año, las devoluciones suelen hacerse en plazos de hasta un mes e incluso menos, pero este periodo llega a duplicarse a partir de octubre y hasta febrero. Actualmente hay compañías que no han recibido aún la devolución del IVA correspondiente a octubre.

Esta modulación en las devoluciones afecta esencialmente a las pymes, según las fuentes consultadas, y puede alcanzar sumas considerables. Algunos expertos han reclamado la creación de un documento de reconocimiento de deuda que las empresas podrían utilizar como una garantía al pedir financiación.