El repunte de los precios en octubre en la zona euro ha sorprendido al Banco Central Europeo (BCE). "El incremento espectacular de los precios ha sido realmente inesperado", admitió ayer en el Senado el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez. El BCE pensaba que la desaceleración por las turbulencias financieras iba a contribuir a "mitigar" la inflación. Pero "nuevos focos de presiones inflacionistas", ligados al petróleo y los alimentos, han elevado la tasa al 2,6% en la zona euro (el 3,6% en España).

El gobernador dijo que la inflación seguirá empeorando hasta marzo o abril y, aunque definió la tendencia como "una montaña que se va a reconducir", el peligro es que este fenómeno "transitorio" sea interpretado como algo "permanente" por empresas y trabajadores, trasladándose a subidas de precios y salarios en lo que se conoce como "efectos de segunda ronda". Si es así, el BCE tendrá que subir los tipos de interés "cuando y cuanto sea preciso" para asegurar que las expectativas de inflación se mantienen en el 2%.