El IVA y los impuestos que gravan el consumo están llamados a cobrar un mayor protagonismo en los próximos años debido a la necesidad de los gobiernos de recuperar ingresos para paliar los déficits que han provocado las medidas anticrisis. En este contexto, España no supone una excepción, ya que prevé un alza de dos puntos en el IVA, hasta el 18%, y de uno en el tipo reducido, del 7% al 8%, a partir de julio del año que viene.

Esta evolución global se combina con un importante frenazo de las rebajas fiscales a los beneficios empresariales en Europa, según el último informe sobre los impuestos a escala mundial de KPMG. El tipo impositivo medio en el gravamen sobre sociedades se mantiene en el 23,2% en la Unión Europea (UE) y es la primera vez en 13 años que no experimenta una disminución con respecto al año anterior, según el análisis.

En cambio, el IVA, el gravamen indirecto más importante, se ha incrementado en Europa del 19,5% al 19,8% en el 2009. En los últimos cinco o seis años, ha permanecido estable y se ha convertido en una fuente esencial de ingresos. Tras la crisis, cobrará mayor protagonismo. El atávico debate ideológico sobre los impuestos directos --gravan según la renta-- e indirectos --gravan independientemente de ella-- deja paso a la necesidad de ingresos por parte de las administraciones públicas.

FUENTE DE INGRESOS "En un mundo en el que las empresas y sus beneficios tienen cada vez más movilidad, los impuestos sobre el consumo constituyen una fuente de ingresos a la que pocos gobiernos pueden resistirse. Su aplicación no depende de los beneficios empresariales, ofrecen un flujo continuo de recaudación en lugar de grandes sumas de dinero recibidas en amplios intervalos de tiempo, y generalmente se recaudan con mucha más rapidez que los impuestos sobre sociedades", según Alberto Estrelles, del Area de Sociedades de KPMG Abogados.

En España, la imposición indirecta ha perdido mucho terreno hasta suponer en torno a 41 de cada 100 euros recaudados por el Estado y las autonomías (estas dependen mucho de algunos de ellos, como el de transmisiones, drásticamente mermado por la crisis). El punto álgido lo alcanzaron en los ejercicios 1999, 2000 --ambos con el PP en el Gobierno-- y en el 2004 --el primer año con Ejecutivo socialista--. En estos casos, los ingresos obtenidos mediante el IVA y el resto de gravámenes sobre el consumo superaron, con más del 49%, el total ingresado mediante los impuestos directos, como el IRPF.

CAMBIO MUNDIAL Los datos recogidos por KPMG revelan que "va a producirse un cambio importante en el modo de financiación de muchos gobiernos". El responsable mundial de tributos de KPMG, Loughlin Hickey, destaca en el informe que "los impuestos indirectos, aunque generalmente estables, se han implantado en numerosas áreas de la economía moderna, para pasar a ser un componente de importancia creciente en los ingresos de muchos estados.

Los analistas de KPMG también opinan que el impuesto de sociedades dejará de ser una herramienta competitiva para atraer inversión, como lo ha sido hasta ahora. Los gobiernos están forzados a obtener ingresos para paliar los déficits que ha generado la crisis global, y eso dificulta recortes en este impuesto.