Luis de Guindos, el que fuera secretario de Estado de Economía con el Partido Popular y hombre de gran ascendente en el mundo económico español, echaba ayer mano de la literatura para explicar que los problemas de España nada tienen que ver con los del resto de países europeos situados bajo los focos rojos de los mercados. "Todas las familias felices son iguales, pero toda familia triste lo es a su manera". Es la frase con la que Lev Tólstoi arranca su Anna Karenina.

Las tristezas, sí, son más peculiares que las alegrías. Pero guardan elementos y síntomas comunes. En el caso de las económicas, la desconfianza que provoca en uno mismo sentir la falta de credibilidad que te otorgan los demás.

La economía española ha avanzado a ojos vista en este campo, pero sigue despertando dudas. La prima de riesgo --diferencia de rentabilidad entre el bono español a 10 años y el alemán de referencia en la compraventa entre inversores privados, indicador del riesgo de impago percibido por el mercado-- volvió ayer a tocar los 200 puntos básicos, lejos de los máximos, pero descorazonador después de que llegase a colocarse por debajo de los 180 puntos la semana pasada. La buena noticia es que la mejora de los días anteriores se produjo sin que el Banco Central Europeo comprase deuda, pero el indicador sigue excesivamente alto.

La cuestión de las cajas sigue sin estar despejada. En principio, parece que el Consejo de Ministros puede aprobar este viernes los nuevos requisitos de solvencia para el sector. Si no, será el próximo, pero conviene que el Ejecutivo despeje las incertidumbres cuanto antes, porque la atmósfera está cargada.

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, apremió ayer a las entidades a informarse del procedimiento para salir a bolsa. No es fácil ni rápido y algunos gestores parecen desconocer sus detalles, vino a decir. El Consejo de Estabilidad Financiera, una agencia creada por el G- 20 para detectar y denunciar los embriones de futuras crisis, afeó al Gobierno su lentitud en abordar los problemas del sector del ahorro. "Si no sobreviven las cajas, será por error de las propias cajas", añadió Miguel Martín, presidente de la patronal de los bancos, la AEB.

En tanto se solventa esta cuestión crucial, el Ibex 35 repuntó ayer el 0,63%, hasta los 10.922,6 puntos. ¿Buena noticia? A medias, porque creció menos que otros selectivos europeos. La especulación se ha concentrado en las inmobiliarias del mercado continuo, pero los expertos prevén una corrección a la baja del índice en algún momento.