La competencia existe en el sector energético, pero se mantiene una elevada fidelidad a la distribuidora habitual. En la electricidad, el 75% de los consumidores mantuvieron un contrato de compra con un comercializador del mismo grupo empresarial que su distribuidor. La distribución se practica en régimen de monopolio territorial. Aunque se trata de una cota elevada, en el 2004, este índice era del 80%. En el sector del gas, el 79,8% de clientes suscribieron contratos en el mercado liberalizado con comercializadoras del mismo grupo empresarial que el distribuidor. Aunque es un nivel todavía muy elevado, se ha reducido sustancialmente con respecto al 86,5% que existía en el 2004.