ENRON.Protagonizó el primero de los escándalos. Mediante la creación de compañías ficticias ocultó deuda y elevó sus beneficios en 600 millones de dólares desde 1997. Posteriormente, la multinacional energética se declaró en bancarrota y desató una fuerte crisis de confianza de los inversores en las bolsas de todo el mundo. Su auditora, la desaparecida Arthur Andersen, fue condenada a pagar una multa por ocultar información.

WORLDCOM.La operadora fue acusada de fraude por ocultar pérdidas por valor de 7.000 millones de dólares desde 1999. Auditada por Arthur Andersen, se declaró en bancarrota.

MERCK.Contabilizó como ventas 14.060 millones de dólares desde 1999. Esas ventas nunca existieron.

XEROX.Infló sus cuentas en 6.400 millones de dólares desde 1997, según han reconocido sus máximos ejecutivos.

RAHOLD.Aumentó de manera artificial sus beneficios en 880 millones de dólares entre el 2000 y 2001 a través de una filial de Estados Unidos. Investigada por las autoridades bursátiles, se declaró en bancarrota.

BRISTOL MYERS.Ha reconocido que hinchó sus ingresos en 1.500 millones de dólares en el periodo comprendido entre el 2000 y el 2001.

QWEST.Contabilizó de forma indebida 1.100 millones de euros como ingresos de varios años.