El Ministerio de Administraciones Públicas y los sindicatos UGT, CSI- CSIF y FSAP acordaron ayer un "histórico" plan para la conciliación de la vida personal y laboral de los funcionarios del Estado. La veintena de medidas aprobadas pretenden adelantarse a lo que deberán ser las relaciones laborales, no sólo en el sector público --administraciones autonómicas y locales-- sino también en el privado. El texto presta especial atención al permiso de paternidad y a la flexibilidad de horarios.

Para el responsable del departamento, Jordi Sevilla, ayer fue un día feliz "como funcionario, como ministro y como padre de tres hijos". El ministro tuvo mucho interés en resaltar que "no se trata de que los funcionarios trabajen menos, sino de que trabajen mejor", lo que supone dar un paso hacia una sociedad donde "no sea incompatible vivir y desempeñar una profesión" y donde sea posible el cuidado de los hijos y de las personas dependientes. Recordó que cada año 100.000 mujeres dejan de trabajar porque no pueden compatibilizar su vida laboral y familiar.

ANTICIPARSE Todas las partes estuvieron de acuerdo en que uno de los objetivos de este plan, que se ha denominado Concilia , es que la Administración pública se adelante como empresario a lo que debería hacer la administración autonómica, la local e incluso el sector privado.

Este espíritu de anticipación del ministro se demuestra en los 10 días de permiso de paternidad del que disfrutarán los funcionarios. Fue una medida que propuso para el conjunto de los trabajadores el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y que se pospuso por el coste que comporta para el sistema de prestaciones.

Sevilla dijo que discutió la medida con Caldera para que sea "coherente" con la futura ley de igualdad. "Al Gobierno le gustaría ir más lejos de 10 días. Hay países donde este permiso supera el mes, pero tiene un coste y empezamos por donde podemos financiarlo", afirmó.

HORARIOS El otro gran tema que pretende abrir una brecha en el centro de las reglas que rigen las relaciones laborales es la flexibilización de los horarios. Concilia reduce cuatro horas y media la parte fija del horario del funcionario en detrimento del tiempo para comer con el fin de que, sumada la parte variable, el empleado público acabe de trabajar antes de las 18 horas.

Sevilla entiende que habrá excepciones, como los servicios de atención al público o algunos programas especiales, pero espera que todos los ministerios estén cerrados a media tarde y que los ministros dejen de trabajar también a esa hora. Además, los empleados públicos podrán entrar entre las 7.30 y las 9 de la mañana y salir los viernes entre las 14.30 y las 15.30.

Todas estas medidas entrarán en vigor a través de una orden ministerial, excepto el permiso de paternidad y los cambios en las excedencias por cuidado de hijos o personas dependientes, que requerirán un cambio legislativo. Sevilla espera un próximo acuerdo del Gobierno.