Los siete países más industrializados del mundo (G-7) definieron ayer la estabilización de la economía global y de los mercados financieros como su "prioridad absoluta" para salir de la "severa" crisis mundial. Para ello se comprometieron a emprender "todas las iniciativas que sean necesarias" para "restituir la "plena confianza" en el sistema financiero. Entre ellas, la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), de acuerdo con reglas más severas y mayores controles sobre las autoridades financieras nacionales.

Estos son los dos principales resultados alcanzados y comunicados ayer por los responsables del G-7 (Italia, Canadá, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido y EEUU), reunidos durante dos días en Roma. El proyecto de reforma del FMI será presentado dentro de cuatro meses a los miembros de las 20 economías más importantes (G-20), según Mario Draghi, director del banco central italiano y presidente del Financial Stability Forum, creado para afrontar la crisis actual.

REGLAS AMPLIAS. "Estamos de acuerdo en que un FMI reformado, reforzado con recursos adicionales, es crucial para responder con eficacia y flexibilidad a la crisis actual", señaló el comunicado. "Las autoridades de vigilancia bancaria tendrán a su disposición unas reglas estándar que serán más amplias que en el pasado y abarcarán desde el gobierno corporativo de los bancos y la remuneración de los directivo hasta las acciones a tomar frente a los riesgos posibles", explicó Draghi. Y el FMI intensificará las "visitas" que ya hace regularmente en todos los países miembros "para asegurar que la estructura de los controles financieros sean más intensos".

Ilustrando lo acordado en Roma, Giulio Tremonti, ministro de Economía del Gobierno italiano y presidente de turno, dijo que "ha empezado una actividad de construcción y ensamblaje de materiales que son políticos y económicos a la vez".

INVERSION PUBLICA. Christine Lagarde, ministro de Economía de Francia, explicó que, además de la reforma del sistema financiero, los ministros del G-7 coincidieron en que se "favorezcan las inversiones públicas en los planes nacionales de recuperación de la economía".

Joaquín Almunia, comisario europeo de la UE, añadió que el 25 de febrero la Comisión pasará lista a las economías comunitarias "porque hay países que necesitan aumentar los esfuerzos de consolidación fiscal". Según Almunia, la UE debe mantener "el apoyo a la demanda a través de medidas temporales, pero estas políticas deben ser diferentes según la capacidad de maniobra de cada país".