El Gobierno aprobará hoy el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2014 con un medida ya segura: la congelación, por cuarto año consecutivo, del salario de los empleados públicos que dependen de la Administración central. Se mantendrán las dos pagas extras, una situación que no se dará en Catalunya, donde el Govern recortará por tercer año consecutivo el equivalente a una paga extra a su personal.

Será una de las medidas más impopulares de las cifras que aprobará hoy el Ejecutivo, ya que esta vez los Presupuestos tendrán menos recortes sociales que en 2011 y 2012. Los datos macroeconómicos, que apuntan a una recuperación de la economía pero no a una salida de la crisis, han animado al Gobierno a revisar al alza las previsiones de crecimiento para el 2014.

A partir de estos datos, ante el malestar social y el rechazo por los agentes sociales de la nueva fórmula de revalorización de las pensiones, el Gobierno podría atenuar sus efectos negativos y anunciar una subida de las prestaciones por jubilación superior al suelo mínimo garantizado del 0,25%, según fuentes gubernamentales. Este anuncio se haría en paralelo a la aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de ley que regula el nuevo modelo de revalorización anual de las pensiones, que entraría en vigor en el 2014 y el factor de sostenibilidad, basado en la esperanza de vida, que se aplicaría en el 2019.

Horquilla

La revalorización fija un mínimo del 0,25% de subida en situaciones de crisis económica y un máximo del IPC más 0,25% cuando haya crecimiento. Esta horquilla se puede modular según varios factores, con la previsión de ingresos de la Seguridad Social como más relevante. En este marco, el Gobierno podría aludir a la mejora económica prevista para el 2014 para aprobar finalmente un aumento superior.

Este cambio, que según fuentes del Gobierno solo depende de una decisión política del presidente Rajoy, se produciría apenas 15 días después de que el Consejo Económico y Social (CES) haya entregado al Ejecutivo una dictamen muy crítico en el que se le pide que «reconsidere» su decisión de aplicar un factor de revalorización tan bajo.

Discrepancia

Este órgano asesor en el que se sientan los sindicatos, empresarios, representantes de la economía social y del Gobierno, no tienen dudas de que con la aplicación, ya en el 2014, de la nueva fórmula «se produce una pérdida de poder adquisitivo» de las pensiones en momento de crisis como el actual, que «además no llegará a recuperarse».

El CES también es muy crítico con el factor de sostenibilidad que, desde el 2019, fijará la cuantía de pensión en función de la esperanza de vida. Y reprocha al Gobierno que pese a hablar de que se aplicará con transparencia, no concreta con qué periodicidad y qué organismo determinará la longevidad.

El dictamen se aprobó por 43 votos a favor, 8 en contra y tres abstenciones. Lo apoyaron , además de de CCOO y UGT, los 16 representantes de la patronal. Su portavoz, Javier Ferrer, aunque rechazó la subida de cotizaciones, destacó el «amplio consenso» alcanzado entre los agentes sociales, lo que permitirá al Gobierno estudiar las sugerencia para mantener la «sostenibilidad» del sistema.

Doble apoyo

Pero la patronal puso una vela a dios y otra al diablo ya que también apoyó las enmiendas presentadas por los seis consejeros que representan al Gobierno, encabezados por Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), vinculado a la CEOE.

Iranzo trató de romper el consenso al tachar al borrador de tener cariz «político» y no «técnico», y de crear «alarma social» porque describe un panorama negativo sobre el futuro de las pensiones públicas. La enmienda aprobada por un voto de diferencia trata de rebajar la advertencia sobre la pérdida de poder adquisitivo y pide que se tomen medidas para recuperar el poder de compra de los pensionistas «a medio y largo plazo», expresión que los sindicatos consideran vacía al no comprometer al Gobierno por falta de medidas concretas. En línea con el Ejecutivo, Iranzo aseguró que «estamos en la senda del crecimiento», por lo que «no hay que poner obstáculos que incidan negativamente» en una recuperación que situó en el 2014.