El Ministerio de Economía francés ha sorprendido al mundo de las finanzas con la decisión de someter a subasta, un procedimiento inédito, la participación que aún tiene el Estado en el capital de Crédit Lyonnais, el 10,9%.

El ministro de Economía, Francis Mer, precisó que el "único criterio" para la venta de los 38,05 millones de acciones era el precio propuesto. Tras el anuncio, a última hora de la noche del viernes pasado, dio tres horas de plazo --entre las tres y las seis de la tarde de ayer-- para que se presentaran las ofertas. Las empresas que están interesadas y los intermediarios que pueden intervenir en la operación se enteraron de la decisión gubernamental en la mayor parte de los casos a través de las llamadas de los periodistas para recabar su opinión.

El Gobierno anunció igualmente que tomaría una decisión rápida, dado que dijo que se pronunciaría antes de que transcurrieran dos horas del límite señalado. En el caso de que no hubiera ofertas o de que éstas fueran insatisfactorias, volvería a organizar una nueva ronda hoy.

SINDICACION DE ACCIONISTAS

Todo ello disgustó a los accionistas principales, Le Crédit Agricóle y AGF, que habían negociado la adquisición de ese paquete accionarial con el Gobierno francés sin llegar a un acuerdo. Después de su privatización en 1999, los accionistas del Crédit Lyonnais estaban ligados por una especie de "pacto de estabilidad" hasta julio del 2003 que les sindicaba y obligaba, en caso de venta, a ofrecer sus participaciones a los otros accionistas.

Precisamente por esa sindicación, el Ministerio de Economía francés entabló negociaciones con Le Crédit Agricóle y AGF, los principales accionistas, con una participación del 10,5% y del 10%, respectivamente. El resto del capital se encuentra repartido entre Axa, bancos europeos --entre ellos, el BBVA-- y un 48% de accionistas privados.