El Gobierno quiere impedir que la reestructuración de las cajas de ahorro cueste dinero a los contribuyentes. Por ello, ha decidido fusionar los tres Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) de los bancos, cajas y cooperativas de crédito y ha determinado que el nuevo fondo deberá asumir las "posibles pérdidas" que puedan surgir por el dinero público inyectado a las cajas.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha explicado que el nuevo FGD asumirá las pérdidas que puedan trasladar las cajas al público Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Tras la unificación, el nuevo instrumento estará dotado con unos 6.600 millones de euros y las entidades le aportarán unos 850 millones adicionales al año. La ministra ha recordado que el fondo tiene capacidad para endeudarse, y por ello ha descartado por el momento aumentar la aportación a que está obligado el sector.

El fondo de las cajas está muy mermado por el apoyo que ha ofrecido a entidades con problemas en los últimos años, de manera que las cooperativas de crédito y, sobre todo, los bancos van a ser los que asuman el coste de las cajas con problemas. "Tenemos que no tener una visión tan patrimonialista. Se ha constituido con fondos de los bancos, pero no quiere decir que sea de los bancos. Además, la reforma del sector financiero es sistémica, beneficia a todo el sistema", ha defendido Salgado.