El Gobierno tiene en su poder un informe del Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) en relación a una posible gestión privada de estaciones de ferrocarril. También posee otro titulado Privatización y competencia en el transporte de pasajeros por ferrocarril. Ambos fueron elaborados en el 2009 por encargo del Gobierno. El CCP también ha remitido al Ejecutivo un informe con análisis y recomendaciones de cara a una posible privatización de las televisiones públicas. La existencia de estos informes no prejuzga que el Gobierno vaya a acometer tales privatizaciones, pero sí allana el camino para el caso de que se decida a abordarlas, ya sea por razones de eficiencia o porque la necesidad de hacer caja imponga la conveniencia de un Plan B.

En su documento sobre las estaciones de ferrocarril, el CCP --que preside Juan Ramón Cuadrado-- concluye que existe "una gran potencialidad para desarrollar actividades comerciales y de servicios en estaciones de ferrocarril" gracias a su ubicación en el corazón de las ciudades.

DOCUMENTOS CONFIDENCIALES Los informes que el CCP elabora por encargo expreso del Gobierno son confidenciales. No se hacen públicos pues se entiende que corresponde al Ejecutivo decidir sobre su uso. Sin embargo, en su última memoria de actividades, correspondiente a los ejercicios 2008 y 2009, el Consejo incorpora un pequeño y revelador resumen sobre su contenido. El principal potencial económico de las estaciones, según el CCP, reside en "la posible disponibilidad de espacio físico para ampliar las zonas comerciales y de servicios" teniendo en cuenta que hoy ya no se utilizan antiguos espacios dedicados a operaciones de carga y descarga de mercancías y que el enterramiento de vías ha liberado suelo en la superficie.

En Gran Bretaña, las estaciones de ferrocarril son gestionadas en régimen de concesión por empresas privadas a través de un modelo similar al que ahora quiere desarrollar el Gobierno español en los aeropuertos de Barajas y El Prat. Algunos expertos subrayan el evidente atractivo económico que tendría este modelo de negocio en algunas grandes y céntricas estaciones, como la de Atocha, en Madrid, o la de Sants, en Barcelona.

170 MILLONES DE VIAJEROS En España, las estaciones de ferrocarril están gestionadas por la entidad pública empresarial Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), que controla 95 estaciones visitadas por más de 170 millones de viajeros al año. Las áreas comerciales superan los 91.000 metros cuadrados, además de 35.820 dedicados a la restauración y de 14.605 plazas de aparcamientos. Existen 1.000 locales arrendados.

Ya existen grandes desarrollos comerciales y de ocio en estaciones de Málaga, Salamanca, Pontevedra, Bilbao, Madrid (Príncipe Pío) y Albacete, que los Reyes inaugurarán el miércoles. Fuentes de Adif señalan que el desarrollo de este modelo de estaciones (modelo Vialia), en asociación con empresas privadas, está en línea con la intensificación del uso de las estaciones que recomienda el CCP sin necesidad de ir a la privatización.

Sin embargo, el CCP marca el camino por si se pretende ir más lejos a partir del análisis de la experiencia del Reino Unido, donde todas las estaciones pertenecen al gestor público de infraestructuras Nerwork Rail, quien las alquila a empresas privadas que explotan el transporte de pasajeros en régimen de monopolio hasta el vencimiento de la concesión. Estos operadores se hacen cargo de la venta de billetes, el mantenimiento, la limpieza, el alquiler de las zonas comerciales, la gestión de los aparcamientos, etcétera.

El informe del CCP también analiza la experiencia alemana, donde la empresa pública DB AG gestiona las estaciones a través de una filial que también se encarga de crear nuevos edificios comerciales y del desarrollo urbanístico de las zonas ocupadas. En su informe sobre la introducción de competencia en el transporte por ferrocarril de pasajeros, el CCP propone una reforma a partir de las experiencias de Alemania, Reino Unido, Suecia y de la política comunitaria.