La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, utilizó ayer el acto inaugural del salón internacional de la construcción, Construmat, en Barcelona para abrir con fuerza el debate sobre las futuras viviendas protegidas y la necesidad de adaptarlas a las nuevas tipologías de usuarios de estos pisos. Trujillo anunció que su departamento prepara la revisión de la normativa para la construcción de viviendas oficiales para que salgan al mercado pisos de menor tamaño, de menos de 40 metros cuadrados, y más adaptables a nuevos usos futuros, pensados para ser alquiladas por jóvenes o por usuarios temporales.

Para lograr estos objetivos, el ministerio firmó ayer dos convenios de colaboración. Uno, con Feria de Barcelona, y otro, con el Instituto de Tecnología de la Construcción para que investiguen nuevas tipologías de viviendas.

El presidente de Construmat, Bruno Figueras, dijo al presentar el salón que uno de sus principales objetivos era debatir sobre cómo será la vivienda del futuro, sus condiciones y los métodos y materiales utilizados para su construcción para hacerla más sostenible. Una de las estrellas de la muestra es precisamente el proyecto APTM (acrónimo de apartamento), que forma parte de los convenios firmados ayer, y que está dotado con 530.000 euros, de los que el ministerio aporta 120.000.

SEIS PROTOTIPOS APTM cubre los objetivos de un espacio mínimo habitable, de unos 30 metros cuadrados, con un presupuesto limitado para su construcción. En esta edición de Construmat se presentan seis prototipos, que combinan el espacio individual, limitado a unos 30 metros (que incluyen el dormitorio, la cocina, el lavabo y una sala polivalente), con zonas comunes para todos los vecinos del edificio, como pasillos, lavaderos, portería, trasteros o puntos de reciclaje. En este sentido, algunas de las propuestas recuerdan más a un hotel, por su disposición y servicios, que a un bloque de pisos. En ningún caso hay pasillos y la mayoría de servicios no se incluyen en el espacio residencial.

Trujillo explicó que serán propuestas que se tendrán en cuenta en la nueva normativa de vivienda protegida que prepara el Gobierno, aunque recalcó que no será el único modelo de pisos sociales. La ministra destacó que este tipo de viviendas convertibles y modulares, que se pueden ampliar con el tiempo uniéndolas al módulo contiguo, ya se aplican en los países nórdicos y pueden contribuir a paliar el problema de la falta de vivienda protegida en España.