El nuevo ministro de Industria y Energía, Joan Clos, ha decidido retomar la idea de su antecesor en el cargo, José Montilla, de acabar con la tarifa única que rige el recibo de la luz y aplicarle algún sistema para que las autonomías puedan fijar parte de esta tarifa. En la época de Montilla se apostaba por que las autonomías pudiesen negociar los ingresos de distribución de las compañías eléctricas en su territorio, con el objetivo de asegurar el nivel de inversiones necesario para que el suministro energético fuese suficiente.

Ahora, el ministerio baraja otro sistema con el mismo fin, según publicó ayer El País y confirmó Industria. Se trataría de autorizar a las comunidades autónomas la aplicación, optativa, de un recargo en el recibo de la luz para aumentar las inversiones en la red de distribución, mejorar el servicio y evitar apagones. Si en la propuesta de agosto del 2004 el efecto sobre el coste del recibo podía llegar a ser nulo, el sistema que se estudia ahora comportará un encarecimiento de la factura para los clientes de las zonas en las que se aplique el recargo.

Las comunidades autónomas son ya competentes para supervisar la calidad del suministro y, de hecho, han impuesto sanciones a las compañías eléctricas cuando se han producido apagones de cierta magnitud. Fuentes del sector eléctrico mostraron su desacuerdo con esta medida porque consideran que a un mercado eléctrico único le debe corresponder una sola tarifa.

TIPO AUTONOMICO En septiembre del 2005, el Gobierno y las autonomías llegaron a un acuerdo, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, para aumentar la capacidad normativa autonómica en materia tributaria, incluida la posibilidad de incidir en la tarifa eléctrica. En el acuerdo figuraba la posibilidad de que las comunidades fijaran un tipo autonómico del impuesto sobre la electricidad de hasta un 2%.