Los inversores temían que una guerra larga en Irak acabara por deteriorar la situación de la economía internacional, y la realidad --que apunta a un lento avance del eje agresor hacia Bagdad-- ya se traduce en el hundimiento de las bolsas mundiales y en la aparición de los primeros signos de que la economía se resiente. "El rally de los últimos días ha sido un espejismo: los mercados se dirigen de nuevo hacía los niveles mínimos del año", comentó Ana Rivero, directora de análisis de Banif.

Los parquets europeos experimentaron duras pérdidas. Las más moderadas se registraron en el mercado español --el Ibex 35 cedió el 2,6%, hasta los 5.780 puntos-- y las más abultadas, en el mercado alemán, donde el DAX de Fráncfort retrocedió el 4,5%. El abrupto descenso de Wall Street en la apertura (cayó más del 2,5%) contribuyó a que las perdidas se extendieran.

En esa situación, los indicadores más favorecidos fueron la cotización del euro y del petróleo. La divisa europea remontó posiciones con respecto al dólar, con el que llegó a cotizarse a 1,0968, aunque el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial en 1,0960, cerca del nivel más alto de los últimos cuatro años.

MENOS PRODUCCION

El otro efecto negativo se vió reflejado en la caída del indicador de la Asociación Nacional de Gestores de Compras de Chicago, un índice que mide la producción industrial, y que en esa zona de EEUU cayó en febrero al 48,4%. Cualquier lectura por debajo del 50% se interpreta como recesión. El indicador precede al de carácter estatal que se dará a conocer hoy, y que, según los analistas, se mostrará en la misma línea.

Además, varias cadenas de distribución norteamericanas anunciaron ayer que esperan que las ventas del trimestre estén por debajo de lo esperado como consecuencia del efecto CNN . Es decir, que los consumidores se han quedado en casa para seguir la guerra por televisión, lo que se ha notado en las ventas. Algunas de éstas han lanzado las primeras alertas de menores beneficios del trimestre.

Pese a todo, los analistas sostienen que la economía norteamericana aguanta mejor que la europea. "Es necesario que se produzca un nuevo recorte de tipos de interés para estimular el crecimiento en Europa", comentó Ana Rivero. En el seno del BCE existen discrepancias sobre la necesidad de nuevos recortes antes de que concluya el conflicto. Asimismo, las autoridades comunitarias consideran que la situación está controlada.