En 1996, los servicios de inspección de Hacienda lograron detectar un volumen de fraude fiscal equivalente al 5% de la economía sumergida en España. En el 2000, este porcentaje cayó al 3,77%. Técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en el sindicato Gestha denunciaron ayer "la pérdida de eficacia en la lucha contra el fraude fiscal" en un escrito remitido a la Comisión de Economía del Congreso.

A partir de datos de las memorias de la Agencia Tributaria y del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) sobre economía sumergida, Gestha ha elaborado el "índice de eficacia en la lucha contra el fraude fiscal". En 1996, los actos de liquidación de la Agencia Tributaria (distintos de los ingresos voluntarios) sumaron 406.766 millones de pesetas (2.444 millones de euros) frente a un volumen de economía sumergida que el IEF cifra en algo más de ocho billones de pesetas (48.446 millones de euros), el 5,05%.

En el 2000, la Agencia liquidó 368.783 millones de pesetas, frente a una economía sumergida de 9,78 billones, el 3,77%.

Según Gestha, "no existen instrumentos legales ni medios humanos y materiales para perseguir el fraude organizado y la economía sumergida". En el informe se afirma que "se ha creado una percepción de agravio fiscal con el trabajador por cuenta ajena y el pequeño empresario, que se agrava cuando tienen dificultades para acceder a ventajas sociales que, en muchos casos, benefician a otros colectivos sujetos a un menor control".