El consejero delegado de Iberia, Angel Mullor, ha decidido aplicar una fórmula drástica para hacer frente a "los ataques" del tren de alta velocidad (AVE) y de las aerolíneas de tarifas bajas, así como para protegerse ante el encarecimiento del combustible. La primera aerolínea española planteará a los sindicatos congelar este año los salarios de sus 25.000 trabajadores, incluidos directivos, lo que supondrá un ahorro de 28 millones de euros (4.659 millones de pesetas). Si no se hacen estos esfuerzos Mullor auguró que, "en tres años", la compañía perderá dinero.

La medida forma parte del nuevo plan director que estará listo en septiembre y que supondrá un ahorro de entre 550 y 600 millones de euros gracias a los menores costes o a los aumentos de ingresos que se conseguirán en el periodo 2006-2008.

Mullor explicó que esta congelación salarial ya se ha comenzado a aplicar al consejo de administración, a 156 directivos y será "la política para el resto de colectivos".

La compañía no descarta extender los recortes salariales a próximos ejercicios, ante "las perspectivas difíciles" a las que se enfrenta. No obstante, tras nueve ejercicios consecutivos de beneficios, Iberia espera este año cerrar con "los mejores resultados de su historia", gracias la venta de su participación en Amadeus, que le reportará 600 millones de euros en plusvalías.

Un primer ahorro de 150 millones ya está garantizado gracias al menor gasto en combustible logrado por la reciente renovación de la flota. Los 450 millones restantes deben proceder de crecimientos de la productividad o de reducir costes laborales.

Mullor baraja dos posibilidades para conseguirlo. O bien crea una segunda marca aérea que ofrecería salarios más reducidos a sus trabajadores o implanta "un segundo escalafón salarial" en la contratación de nuevos trabajadores en Iberia.

´EFECTO AVE´ Mullor también arremetió contra la competencia pública del AVE Madrid-Barcelona --absorberá el 40% del tráfico aéreo en esta ruta-- y de las nuevas líneas previstas. En Iberia consideran que ya queda poco margen para reducir costes comerciales. Las comisiones a las agencias bajarán a partir de junio del 1,5% actual al 1%, y las comidas a bordo son de pago.

El sindicato de pilotos Sepla se manifestó "tranquilo" ante el anuncio y recordó que ya se avinieron a un recorte salarial en 1994 y que hace poco fueron los primeros en declararse dispuestos a "apretarse el cinturón si es verdad que Iberia va mal". Pero se mostraron extrañados de que la compañía plantee este sacrificio cuando tendrá los mejores resultados de su historia. Sin embargo, CCOO y UGT rechazaron ayer estos planes.