El desplome de la inmobiliaria Astroc hizo vivir ayer a la bolsa española una sesión con reminiscencias de la crisis de las puntocom en el 2000. La salida en tromba del dinero del sector inmobiliario propinó un duro golpe al Ibex 35, que cedió el 2,73% hasta los 14.578 puntos, mucho peor que el resto de Europa, con las constructoras y la banca en la parte baja de la tabla. Wall Street, por su parte, dio la nota positiva, al registrar una sesión alcista gracias a las buenas noticias empresariales, que encaminaban el Dow Jones hacia la cota récord de los 13.000 puntos. Esa evolución evitó una caída más pronunciada del Ibex.

El elevado volumen de negocio que se movió en los parquets, más de 9.600 millones de euros, no salvó a nadie de la quema. Inmobiliarias, constructoras y todo aquello que tuviera cierto aroma a ladrillo fue penalizado con caídas de una media de hasta el 10%, aunque durante la sesión llegaron a ser superiores al 20%. En segunda línea, los más afectados fueron los bancos, con la mediana como más perjudicada debido a que su fuente de ingresos está muy ligada a las hipotecas. El Banco Pastor se dejó el 6,33%, seguido de Bankinter (-5,24%), el Sabadell (-5,05%), el Popular (-4,73%) y el Guipuzcoano (-4,71%). El Santander y el BBVA cedieron alrededor del 3%.

Entre el resto de valores que operan en la bolsa española, apenas las eléctricas y las empresas tocadas por la varita de los movimientos de concentración vivieron una jornada de cierta calma. Endesa cayó el 0,1%, mientras que Iberdrola se dejó el 0,7%. Altadis perdió el 0,9%. Agbar, Gas Natural e Iberia retrocedieron ligeramente por encima del 1%.

En el resto de plazas europeas, Alcatel Lucent vivió una jornada alegre con un ascenso del 3,44% a pesar de presentar unos decepcionantes resultados. Siemens, por el contrario, se dejó el 2,91%. Entre los principales índices, el mejor fue el CAC parisino (-0,53%), seguido por el londinense FTSE (-0,77%) y del DAX de Fráncfort (-0,89%).