El Consejo de Ministros dio ayer el primer paso para la creación de las sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, un instrumento que ayudará fiscalmente a las empresas que inviertan en activos inmobiliarios urbanos (viviendas, residencias para personas dependientes, locales comerciales, garajes, hoteles y oficinas, entre otros) para dedicarlos al alquiler. Este tipo de empresas ya existen en muchos países de la UE y en EEUU. En España, estarán exentas del impuesto de sociedades y deberán distribuir entre sus accionistas el 90% del rendimiento obtenido en los alquileres, que sí que tributará.

El activo de las sociedades debe estar invertido en un 75% en inmuebles urbanos dedicados al arrendamiento y adquiridos en propiedad. El Gobierno espera estimular así la oferta de alquiler.