En solo dos sesiones, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, ha pasado de los 11.000 puntos a los 10.600. Ayer, los inversores optaron por la recogida de beneficios tras las importantes subidas registradas en el último mes y después de que las noticias llegadas de EEUU y Japón no fueran tan buenas como se esperaba.

Así, el Ibex 35 perdió el 2,78%, el mayor retroceso desde el 13 de mayo, y cerró en los 10.598,50 puntos, el nivel más bajo en 20 días. Siguió la tendencia de las principales plazas europeas: París descendió el 2,16%; Fráncfort, el 2,02%; y Londres, el 1,46%.

La recogida de beneficios se impuso desde el inicio de la sesión pese a que la economía japonesa consiguió salir de la recesión tras cinco trimestres consecutivos de descenso y que la balanza comercial europea resultó mejor de lo esperado. Las pérdidas se habían sembrado ya de madrugada en los mercados asiáticos (el Nikkei cayó un 3,10%) y se terminaron por consolidar con la apertura bajista del principal mercado del mundo, Wall Street, que cedía el 1,78% al cierre de las plazas europeas, pese al dato mejor de lo esperado del índice de manufacturas.

En España, las constructoras y las entidades financieras fueron los valores más perjudicados, con caídas superiores a la media del selectivo, donde solo una empresa (Grifols, +0,90%) consiguió esquivar las pérdidas.

El farolillo rojo de la sesión se lo apuntó OHL, que se desplomó el 7,10%, seguida por Sacyr Vallehermoso (-4,37%), y el Popular (-4,07%). El BBVA también registró una importante caída (-3,71%), así como el Sabadell (-3,67%) y el Santander (-3,15%). El resto de grandes valores (Telefónica, -2,88%; Repsol, -2,54% e Iberdrola, -1,90%) también retrocedieron.

En el mercado continuo, las firmas inmobiliarias continuaron con sus destacables repuntes: Reyal Urbis se disparó el 67,38%; Afirma, el 26,10%; Colonial, el 24%; Metrovacesa, el 18,25%; y Urbas, el 13,79%.