Los bolsas europeas sucumbieron al pesimismo. El mensaje del Banco Central Europeo (BCE) de que los tipos subirán, agregado a la impresión de algunos analistas de que la acción conjunta de los bancos centrales no parece tener el efecto que se esperaba impusieron las ventas, sobre todo en los mercados europeos. No hay que olvidar, además, que cerca de cerrar el año, los inversores prefieren recoger beneficios ante la situación de incertidumbre en los mercados. En este entorno, el Ibex 35 experimentó una caída del 2,27%, hasta los 15.499 puntos, la mayor desde el 7 de septiembre. El petróleo retrocede por debajo de 93 dólares, mientras que el dólar se fortalece por los datos macroeconómicos en Estados Unidos.

En las otras plazas europeas, el FTSE y el CAC cedieron el 2,98 y el 2,65%, respectivamente. El DAX contuvo la corrección al 1,83%. Dentro del Eurostoxx 50, Alcatel y Vinci se dejaron el 4,6%, mientras que la banca francesa cerró con pérdidas superiores al 3%.

En el mercado español, solo REE (2,16%) subió dentro del selectivo. Entre el resto de valores, destacó el desplome del sector de la construcción. Sacyr (-5,47%), Ferrovial (-4,41%), Colonial (-4,41%), Acciona (-3,92%), FCC (-3,56%) y ACS (-2,31%) sufrieron severos castigos. La banca tampoco lo hizo mejor. Popular retrocedió el 3,07%. El banco confirmó que ha colocado cédulas hipotecarias por 325 millones a un único cliente privado ante la estrechez del mercado. Sabadell cedió el 2,73%, algo más que el Santander (-2,14%), Banesto (-2,12%), Bankinter (-1,94%) y BBVA (-1,85%). Entre el resto de valores, destacó la caída de Iberdrola (-2,75%) el día del debut de su filial de Renovables, que perdió el 2,83% tras negociar 204,8 millones de títulos, una cuarta parte del 20% que ha salido a bolsa.

Fuera del principal indicador, Solaria destacó con una fuerte subida del 4,65% a 20,5 euros. Por el contrario, Aisa sufrió otra severa caída del 6,81%. Por su parte, Dogi perdió el 5,52%.