"El Gobierno confía en que la Comisión Europea aplicará las mismas reglas del juego para Francia y para España y en que el trato será exactamente igual para todos". Con esta declaración diplomática, fuentes del ministerio de Economía que dirige Pedro Solbes, excomisario europeo, evitaron ayer echar leña al fuego sobre los recelos de Bruselas ante las medidas aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros para blindar el sector energético español, y que hoy publicará el BOE.

Los recelos contrastan con la favorable acogida de Bruselas a la fusión gasística promovida por el Gobierno francés de Villepin. "De momento no hay nada más que declaraciones de portavoces, más allá de esto no hay motivos para pensar que España va a recibir un trato diferente", opinaron en el ministerio. Economía sitúa las discrepancias con la CE en el "eterno conflicto" entre el interés del Ejecutivo europeo de promover un auténtico mercado único y el proteccionismo de los estados.