La morosidad de los créditos hipotecarios concedidos por la banca a los residentes extranjeros en España alcanzó el 12,5% en diciembre del 2008, frente al 1,6% del resto, según destaca el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera. El organismo regulador explica que, aunque el crédito hipotecario concedido a los extranjeros tiene un peso reducido sobre el crédito para adquisición de vivienda (ligeramente superior al 6%), su morosidad es "significativamente mayor" a la del resto.

Según el Banco de España, esta mayor mora se debe, "probablemente", a que se trata de un área de negocio relativamente nueva para las entidades españolas. El organismo recomienda a los bancos y cajas que sean "cautelosos" cuando diseñen nuevos e innovadores productos financieros y cuando entren en segmentos desconocidos de actividad o en áreas geográficas nuevas, porque incorporan "mayores riesgos".

Para el Banco de España, "las dificultades que atraviesa la economía real se han traducido en significativos repuntes de la morosidad, cuya gestión va a ser crucial durante este año y el próximo".