Lo había avisado. Angel Mullor, hasta ayer consejero delegado de Iberia, presentó su dimisión ante la Comisión de Nombramiento y Retribuciones de Iberia. El presidente de la aerolínea, Manuel Conte, asumirá todas las funciones ejecutivas hasta que la junta de accionistas nombre sucesor.

Mullor quería dejar el cargo desde que Xavier de Irala abandonó la presidencia de Iberia en el 2003. Ambos formaban un tándem especializado en reconversiones de empresas y sectores públicos. De Irala lo llevó a la compañía en 1996 para que le ayudara en la privatización y remodelación del grupo y, sobre todo, para que fuera su hombre fuerte frente al polémico sindicato de pilotos Sepla.

"Llevo 10 años en Iberia, mucho más tiempo del que imaginaba", dijo ayer Mullor. Cuando entró Conte, el nuevo presidente le pidió que permaneciera un tiempo, aún a riesgo de que se crease una situación de bicefalia en la dirección ejecutiva. Pero ese periodo se prolongó para Mullor e, incluso, había rebasado la fecha del lanzamiento del plan director 2006-2008, el tercero que Mullor ha pilotado. Ya hace un año vendió sus acciones de Iberia, lo que le reportó 200.000 euros de plusvalías.