Decida lo que decida mañana el Banco Central Europeo (BCE), no contará con respaldo unánime. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidió ayer al Banco Central Europeo que espere hasta otoño del 2006 para iniciar un ciclo de subidas de los tipos de interés, que actualmente se encuentran en el 2%. De esa manera, según el organismo internacional, se daría tiempo a que se afiance la reactivación económica en Europa.

La posición de la OCDE en contra de un cambio inmediato en la política monetaria del BCE se da a conocer dos días antes de la reunión del consejo de gobernadores de la institución monetaria, en la que todo hace prever que se anunciará un aumento del precio oficial del dinero. Los expertos consultados esperan que el incremento sea sólo de un cuarto de punto, lo que dejaría las tasas oficiales en el 2,25%.

"Parece juicioso no modificar los tipos de interés mientras la actividad económica no se fortalezca", señala la OCDE en su informe semestral de perspectivas económicas, que fue divulgado ayer en París.

SITUACION DE DEBILIDAD El economista jefe de la organización, Jean-Philippe Cotis, justificó la posición de los países más desarrollados del mundo en que el crecimiento en la zona euro en este momento es "débil". También en que existen factores --un exceso de oferta y la competencia de países emergentes-- que limitan la inflación subyacente.

Preguntado por el argumento del presidente del BCE, Jean- Claude Trichet, que es partidario de actuar preventivamente contra la inflación, Cotis señaló: "Los riesgos inflacionistas no nos parecen tan inmediatos". En el mismo sentido, incluso con el objetivo de combatir la inflación, Cotis ve más eficaz subidas de los tipos a intervalos regulares que una subida aislada.

A la vista de la situación económica que atraviesa la zona euro, el economista jefe de la OCDE también desaconsejó optar por un encarecimiento del dinero si antes no se consolida la incipiente recuperación. "Más vigorosa --dijo--, Europa estaría en mejores condiciones de afrontar eventuales choques externos".

Diversas instituciones internacionales, políticos y analistas han mostrado su oposición a la subida de los tipos. Trichet anunció hace dos semanas que el BCE está dispuesto a elevar "moderadamente" el precio del dinero para hacer frente a los riesgos que se ciñen sobre la estabilidad de precios en la UE.

Entre las voces que se oponen destaca la del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker. "Los niveles de los sueldos no están afectados por el alza de los precios del petróleo", señaló. Por eso, el incremento de las tasas "no se impone".