La oferta de compra hecha por el consorcio conformado por las entidades Royal Bank of Scotland (RBS), Fortis y el español Banco Santander sobre ABN Amro ha logrado hasta ahora el apoyo de aproximadamente el 86% del capital del banco holandés. Así lo informó hoy la entidad presidida por Emilio Botín a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un comunicado en inglés, en el que señala que algo más de 1.590 millones de acciones ordinarias de la entidad holandesa han acudido a la opa.

Además, precisó que también han aceptado la oferta 35,34 millones de ADS -acciones del banco holandés que cotizan en la bolsa de Nueva York-, aunque 7,087 millones de estos títulos han quedado excluidos temporalmente de la opa hasta que el 10 de octubre se conozca si se han cumplido las condiciones mínimas de aceptación. Después de que el pasado viernes concluyese el plazo de aceptación de la opa, el consorcio ha anunciado que declarará incondicional la oferta no más tarde del próximo 12 de octubre.

Tras imponerse en la puja que ha mantenido con el británico Barclays, los miembros del consorcio desembolsarán 71.000 millones de euros por ABN, ya que valora las acciones del grupo holandés en 38 euros, cinco euros por encima de la propuesta de su rival. Según el calendario previsto, el próximo miércoles, el Santander y sus socios declararán incondicional su oferta, puesto que tienen que esperar a que Fortis complete mañana su programa de emisión de acciones por valor de 13.400 millones de euros para abonar su contribución en la operación.

A partir de entonces, el consorcio tiene cinco días para hacer efectivo el pago a los accionistas del grupo holandés que han acudido a su opa. Si esos plazos, como se espera, se cumplen, los miembros del consorcio serán dueños del ABN Amro, el banco más grande de Holanda con 4.500 sucursales en 53 países, el próximo 17 de octubre.

Barclays se retira

El Barclays admitió el pasado viernes su derrota en la batalla por hacerse con el control al recibir un respaldo de tan sólo el 0,2 por ciento del capital de ABN, lo que hizo suponer que el consorcio ya no tendría ningún problema para comprarlo. Así, los tres bancos se repartirán activos de ABN en todo el mundo, correspondiéndole a Santander los del brasileño Real y el italiano Antonveneta por unos 19.900 millones.

Para el Santander esta operación supone "re-entrar con fuerza" en el mercado italiano, siembre de difícil acceso para las entidades extranjeras que buscan alguna compra y que conoce bien por su larga estancia en el capital de San Paolo. Además, refuerza su posición en Brasil, donde ya cuenta con Banespa, el sexto banco del país. Gracias a la operación y las sinergias existentes entre ambas entidades, se colocará como tercera mayor entidad por número de oficinas y volumen de créditos. Además, se convertirá en el segundo banco por depósitos de clientes -contará con 20 millones- y con 54.000 empleados.

Cuando el pasado julio la junta extraordinaria de accionistas del Santander aprobó la financiación necesaria para la compra, que incluía emitir acciones por unos 4.000 millones y la emisión de bonos convertibles en acciones por otros 5.000 millones, Botín señaló que el resto de la inversión (10.900 millones) se financiaría con mecanismos de optimización de balance.

Se destinarán a la compra fondos logrados con operaciones como la desinversión en la entidad italiana San Paolo (con plusvalías de 560 millones), la venta de su negocio de fondos de pensiones en Latinoamérica, por más de 950 millones, y los 1.400 millones en plusvalías que espera lograr por la venta de inmuebles en España, en los que permanecerá en régimen de alquiler. Se da la circunstancia de que la demanda que tuvieron en el mercado los bonos convertibles del Santander provocó que el importe de estos se elevase hasta 7.000 millones, por lo que, la ampliación de capital, prevista para finales de este año o el primer trimestre de 2008, puede reducirse hasta 3.000 millones de euros, explicaron fuentes del mercado.

Además, el Santander y sus socios pueden adueñarse del cien por cien de las acciones del ABN Amro si consiguen un respaldo por parte de los accionistas de ABN superior al 95 por ciento, un apoyo que el consorcio espera obtener, informaron fuentes cercanas a la operación. En caso de alcanzar ese 95 por ciento, la ley holandesa obliga a los accionistas que no han acudido a la oferta a vender forzosamente sus títulos a un precio que establecería la Corte de Apelaciones de Ámsterdam y que habría que desembolsar completamente en efectivo.

Según fuentes cercanas a la operación, el consorcio no dudará en ejercer el derecho de venta forzosa incluido en la ley holandesa para hacerse con el porcentaje restante, una medida que ya anunciaron en el folleto de su oferta. De acuerdo con esa ley de opas, una oferta respaldada por el 95 por ciento tiene derecho a comprar forzosamente las acciones restantes, de modo que el consorcio se adueñará de todo el capital de ABN.