Todas las miradas se dirigen hacia Viena, donde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) inició ayer su 137 reunión ministerial. El cártel, que no se pronunciará de forma oficial hasta la tarde de hoy, cuando finalice el encuentro, analiza mantener su actual cuota de producción --28 millones de barriles diarios-- y dejar abierta la puerta a liberar su capacidad excedente de dos millones si el mercado lo pide. Para presionar más a los productores, el presidente de EEUU, George Bush, se anticipó ayer al resultado de la reunión y aseguró que esperaba un incremento de la oferta de la OPEP para rebajar los precios del crudo. Los ministros de la OPEP no tienen claro que el problema de los elevados precios sea una oferta escasa.