Pequeño, de poco peso y fácil de transportar, son las tres características típicas de los millones de objetos que son robados cada día en los establecimientos comerciales. Además es muy importante que su valor sea lo más alto posible, sin llegar a los 300 euros, que es el límite que separa el hurto del robo, la falta administrativa del delito. Bajo estas condiciones, el comercio español ha sufrido en el último año hurtos por un total de 2.420 millones de euros, que es el 11,6% más que la cantidad estimada para el ejercicio anterior.

Los datos, relativos a España, proceden del estudio que elabora el Center for Retail Research de Nottingham (Inglaterra). El Barómetro Mundial del Hurto en el Retail afecta a 41 países y está financiado por la empresa Checkpoint Systems, líder en sistemas de seguridad de radiofrecuencia para el comercio. Los datos corresponden al periodo entre julio del 2008 y el mismo mes del 2009. "Los minoristas atribuyen un tercio del incremento de los hurtos a la recesión económica", señala el profesor Joshua Bamfield, director del estudio. "La recesión ha influido de forma significativa también en España", explicó ayer Mariano Tudela, director general de Checkpoint Systems para el Sur de Europa. "Hay más hurtos, y más de ellos son de productos uso cotidiano, como alimentación, carne fresca, prendas de vestir y productos farmacéutico", añadió.

También se nota la recesión en que cada vez hay más ladrones "amateur", subrayó Tudela. Esta expresión comprende la figura de "jóvenes entre 18 y 30 años, que sustraen productos para su reventa", pero también la figura del ama de casa. Tudela se mostró convencido de que la mayor parte de los hurtos tienen como finalidad la reventa.

Si a los 2.420 millones de euros en hurtos estimados en el comercio español para un año, se añaden 384 millones por errores administrativos, se llega a la llamada pérdida desconocida, que alcanza los 2.805 millones. "Es como si todos los comercios españoles dieran sus productos gratis durante cinco días", ilustró Tudela. Esta cifra representa una tasa del 1,36% sobre las ventas totales del sector, y un aumento del 3,8% sobre la tasa del 1,31% del año anterior.

De los 2.805 millones de pérdida desconocida, el 50,2% tiene que ver con hurtos de clientes; el 28,4%, con hurtos de empleados; el 7,70%, de proveedores y el 13,7% corresponde a errores administrativos. Se calcula que el hurto externo medio es de unos 94,12 euros, mientras que en el caso del interno es de 1.858 euros. Dado de que los comerciantes repercuten en sus precios estas pérdidas, así como su inversión en seguridad (745 millones en el último año), se calcula que cada familia española paga al año 152 euros por este fenómeno.