Aunque la bolsa logró recuperar el nivel de los 1.300 puntos y subir el 1,74%, persiste la desconfianza de los inversores. Todos están atentos a la divulgación de cualquier pequeño indicador exterior para decidir rápidamente sus órdenes de compra o de venta. Ayer tocó optimismo apenas empujado por los buenos datos de la productividad y de los costes laborales en EEUU.

El rebote de ayer hubiera sido un indicador positivo si no fuera porque la subida fue menor que la caída de la víspera (5,2%), porque se negoció un volumen muy inferior de acciones (5.257 millones) y porque los analistas dan por seguro que se va a producir un periodo de dientes de sierra en los mercados, por lo menos hasta abril.

La mitad de todo lo negociado ayer se centró solo en tres valores: Santander, Telefónica y BBVA. Los tres experimentaron importantes avances durante toda la jornada. El banco de Emilio Botín presenta hoy sus cuentas del 2007 y los inversores parece que querían estar bien colocados ante lo que se espera que sean unos buenos resultados. Pero el valor que más subió fue Mapfre (8%) después de conocerse que logró en el 2007 un beneficio récord (con un incremento del 20%), el anuncio de que mejorará la retribución a los accionistas y que prevé mantener este crecimiento durante los próximos años.

También Red Eléctrica, Iberdrola, Enagás o Iberdrola Renovables registraron fuertes subidas, lo mismo que los grandes bancos. Solo quedaron en números rojos Ferrovial y Sacyr Vallehermoso, con una caída del 0,46% y del 0,75% respectivamente.

Fuera del Ibex 35, Española del Zinc cerró el día con una revalorización espectacular del 32,43% después de presentar su plan estratégico, mientras que Astroc y Faes rozaron el 10% de incremento.

En Europa, factores como un euro sin variaciones, el precio del barril más barato y Wall Street en alza de nuevo lograron que todas las bolsas cerraran en positivo.