Los precios del petróleo marcaron ayer nuevos máximos, por encima de los 60 dólares en Estados Unidos, mientras que los países productores de la OPEP siguen sin llegar a un acuerdo sobre un nuevo aumento de la producción. La elección del presidente iraní, el fundamentalista Mahmud Ahmadineyad, ha echado más leña al fuego. Los operadores prevén que las tensas condiciones del mercado continuarán, al menos, un año más.

En Nueva York, el barril de Tejas para entrega de agosto, que sirve de referencia en Estados Unidos, se negociaba ayer a 60,70 dólares, tras subir 0,86 centavos con respecto al viernes pasado. En Londres, el Brent registró el récord de 59,59 dólares, aunque cerró a 59,30.

DIFICULTADES EN INVIERNO La elevada demanda de combustibles en EEUU y en Asia alimenta los precios. Muchos inversores apuestan a que productores y refinerías tendrán dificultades a final de año para atender la demanda invernal.

A ello se añade la incertidumbre política en Irán, miembro fundador de la OPEP y su segundo mayor productor, tras Arabia Saudí. Irán es uno de los países de la OPEP que suele mostrar más reticencias a aumentos en la producción. Mientras, el presidente de la OPEP, el jeque Ahmad Al Fahad Al Sabah, dijo ayer que continúan las consultas para aumentar la producción en 500.000 barriles al día, tras el incremento de igual magnitud decretado el pasado 15 de junio. Según Al Sabah, la decisión se tomará esta misma semana.

DOS O TRES AÑOS Los banqueros centrales, que se han reunido el pasado fin de semana en Suiza, han advertido de que existe un consenso general sobre que habrá precios petroleros altos durante, al menos, los próximos dos o tres años. Se prevé que el crudo cotizará por encima de los 65 dólares, en torno a los 70 dólares, a finales de año en Estados Unidos.

El vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes, dijo ayer que la hipótesis más probable que maneja el Ejecutivo es que el precio del crudo se sitúe este año por encima de los 50 dólares. A pesar de que las previsiones macroeconómicas del Gobierno están construidas sobre una previsión de 45 dólares el barril, la economía española crece a un ritmo del 3,3% en el primer trimestre y, según Solbes, se espera que se "acelere" en los próximos meses. El ministro restó gravedad a la incidencia del precio del petróleo sobre el crecimiento español y, aunque reconoció que sí ha afectado a la tasa de inflación, dijo que tasas del 3% como la actual son "relativamente manejables".

El vicepresidente económico español se mostró contrario a adoptar medidas para compensar a los consumidores por el alza del crudo pero sí admitió el estudio de medidas para ciertos sectores, en la línea de los acuerdos adoptados el viernes pasado por el Consejo de Ministros para los transportistas.