El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, defendió ayer que la solución a la crisis que vive el campo no pasa por un aumento generalizado de precios al consumidor, sino por un «reequilibrio» entre agricultores, fabricantes, supermercados y consumidores.

Planas, que se reunió con el sector del aceite de oliva y la aceituna, aboga por hacer un análisis de los márgenes de beneficio de cada eslabón y su contribución a la creación de valor para conocer la situación real y poder actuar.

A la caída de los precios del aceite de oliva -en los últimos dos años han bajado casi un 50 %- se ha sumado el arancel de la Administración Trump, vigente desde octubre y que en la práctica dificulta las exportaciones a Estados Unidos.

El ministro reclama un esfuerzo a todas las partes y, en el caso de las cadenas de supermercados, les ha pedido acabar con la venta a pérdidas -promociones que sirven de reclamo para el consumidor-.

Les solicita, también, que sean exigentes con sus proveedores para que los productos que pongan a la venta hayan sido pagados en origen a precios dignos.

El titular de Agricultura ha destacado que la distribución tiene «un papel muy importante» en este debate, y ha avanzado que la ronda de contactos que mantendrá con los supermercados será «franca y discreta».

La venta a pérdidas es «una práctica limitada, que no se produce muy a menudo pero que supone un elemento de pérdida económica y de reputación, destruye valor (...) Se ha dado en ocasiones y es un motivo de indignación que yo comparto con los agricultores», dijo.

demandas legítimas / Además, ha calificado de «legítimas» las demandas del sector primario, y ha avanzado que se evaluará la posibilidad de concederle “bonificaciones fiscales».

Ha considerado, asimismo, que también la industria alimentaria puede «hacer mucho» para contribuir a la mejora de la situación y le insta a extender la política vigente con los productores de leche en materia de contratos escritos al resto de las categorías.

Los contratos -donde se estipulan con antelación los volúmenes a comprar y las condiciones- son «un instrumento fundamental porque permiten a agricultores y ganaderos planificar su actividad y da estabilidad», ha recordado.

En su encuentro con el sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa, ha presentado medidas dirigidas a luchar contra la crisis de precios que afrontan los olivareros, cuyos representantes advierten de que necesitan soluciones urgentes e incluso no descartan nuevas movilizaciones.

Además, ha reconocido recibir con «preocupación» algunos mensajes que apuntan a la posibilidad de que Estados Unidos vuelva a subir los aranceles a productos agroalimentarios españoles, entre los que ya se encuentran ambos alimentos.

seguirán en la calle / Desde las organizaciones agrarias y cooperativas han advertido, tras el encuentro, de que los olivareros van a seguir «en la calle» hasta encontrar una solución, e incluso se plantean intentar repetir la gran marcha que en 1998 llevó a decenas de miles de personas a recorrer la distancia que separa Andalucía de Madrid como señal de protesta.