El impacto en la bolsa de las advertencias de la agencia de calificación Fitch sobre España se dejaron notar el martes, pero ayer ya se habían disipado por completo. A falta de nuevos sustos sobre el estado de la deuda pública europea o la recuperación, los pocos inversores que siguen acudiendo al mercado --los volúmenes de negocio continúan siendo muy bajos-- mostraron apetito por la renta variable y empujaron al Ibex 35 a apuntarse un alza del 1,07%, hasta los 11.121 puntos.

Las malas noticias del día no pesaron en el ánimo del mercado. Así, no reaccionó de forma negativa a la caída de las exportaciones alemanas (6,3%), ni tampoco de la producción industrial británica (0,4%) o del PIB italiano en el 2009 (5,1%). Ni siquiera tuvo repercusión que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) diga ahora que España e Irlanda van a ser los países desarrollados más afectados a largo plazo por la crisis.

La semana está resultando tranquila, y los inversores valoran los buenos resultados empresariales, la incipiente recuperación y la falta de mejores oportunidades en otros mercados. De ello se benefició el índice español, pero también el francés (0,86%), el alemán (0,85%), el británico (0,68%) y el europeo (1%). El mayor apetito por el riesgo también provocó subidas del petróleo (81 dólares por barril de Brent) y del euro (1,36 dólares).

Los valores bancarios ayudaron especialmente a que se registrase una jornada alcista. De entre los grandes valores del selectivo, los que más subieron fueron los financieros, el Santander (1,45%) y el BBVA (1,33%), por delante de Iberdrola (0,91%), Repsol (0,9%) y Telefónica (0,67%). El principal avance correspondió a Abengoa, que ganó el 4,02%, después de conocerse que podría colocar en bolsa su negocio solar. De los tres valores con pérdidas, el primer puesto fue ocupado por Grifols, que cayó el 1,15%, seguido de Telecinco, con una bajada del 0,97%, y Gas Natural, el 0,11%.