La comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó ayer suspender provisionalmente a la juez María del Prado Torrecilla que es investigada por haber presionado a favor del exbanquero Mario Conde. La decisión fue apoyada por los dos vocales progresistas y un independiente, y fue rechazada por dos consejeros conservadores. La suspensión provisional no podrá durar más de seis meses y se mantendrá hasta que se resuelva el expediente abierto a la juez.

DOS FALTAS MUY GRAVES

El instructor de ese expediente, Eduardo Calvo, ha establecido que la magistrada de vigilancia penitenciara ha podido cometer dos faltas muy graves por haber presionado a otros jueces y por haber abusado de su poder para lograr un informe favorable a la excarcelación de Conde del director de la cárcel de Alcalá-Meco.

Calvo no propuso la suspensión de la juez, que fue apoyada por el fiscal. La magistrada también se opuso a esa medida y ha propuesto nuevas pruebas para intentar demostrar su inocencia.

A pesar de ello, los vocales Fernando Salinas, Félix Pantoja y Agustín Azparren acordaron la suspensión por entender que era la medida "mas aconsejable" por la gravedad de los hechos.

Estos vocales también tuvieron en cuenta los precedentes de casos similares en los que se suspendió al juez afectado. Y una sentencia del Tribunal Supremo que argumentó que "la apariencia de rectitud aconseja la adopción de estas medidas".

Esos argumentos fueron rebatidos por los vocales conservadores que sostuvieron que "no merecía la pena" decretar la suspensión, ya que la conclusión del expediente disciplinario será rápida. Además, arguyeron que la juez Torrecilla "no iba a volver a tocar asuntos relacionados con Conde, y, por tanto, se reducía la posibilidad de que volviera a presionar a sus compañeros".