España fue uno de los pocos países industrializados en los que la carga fiscal que soporta el salario medio de los trabajadores aumentó entre el 2000 y el 2002, según ha desvelado un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En 19 países de la organización la tendencia fue a la baja, mientras que en 11 fue al alza. España registró la sexta mayor subida, con el 1,1% tanto para el salario medio de un trabajador soltero como para el del empleado casado y con dos hijos.

TRES PAISES DE LA UE

En el club de los países que han cerrado los dos últimos años con subidas sólo hay tres de la Unión Europea (los otros dos son Bélgica y Luxemburgo). A pesar del alza, España se encuentra en el tramo bajo en cuanto a cargas sobre el salario, con el 19% --13% por el IRPF y 6% por cotización social--. La media realizada por la organización es del 40%, y la superan Dinamarca (43%), Alemania y Bélgica (41% ambos).

España es también uno de los países en los que la brecha fiscal --la diferencia que existe entre el salario bruto, lo que paga el empresario; y el salario neto, el que efectivamente percibe el trabajador-- es menor. En la mayoría de países se ha reducido esa diferencia, según el estudio.

Holanda encabeza las bajadas de carga fiscal entre el 2000 y el 2002, con casi el 8% en el caso de un trabajador casado y con dos hijos. Pero se trata de un caso excepcional, ya que en el 2002 los empleados holandeses pudieron optar por primera vez entre el sistema público de salud o el privado. Por ello, las cotizaciones en la nómina fueron sustituidas en muchos casos por pagos de primas a aseguradoras privadas, los cuales no cuentan en las estadísticas como impuestos, según destaca en su informe la OCDE.

Además de Holanda, las mayores rebajas fueron las de Hungría (-4,2%), Finlandia (-2%), Suecia (-1,8%) y Francia (-1,8%).