La polémica entre China y la Unión Europea y EEUU por las importaciones de textiles subió ayer de tono. China considera "injustas" las medidas iniciadas por EEUU y la UE contra sus productos textiles, mientras que la UE amenaza con endurecerlas.

Bo Xilai, ministro de Comercio chino, rechazó que Pekín tenga "la culpa" del aumento vertiginoso de las ventas textiles a esos mercados. Los beneficios se reparten entre los fabricantes, los importadores, los minoristas y los consumidores finales, recordó. El beneficio medio por la fabricación de una camiseta reporta a las empresas chinas entre 25 y 35 céntimos de euro. El resto se lo llevan los demás, dijo.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, advirtió ayer de que la UE "puede ir más lejos" en defensa de su sector textil si Pekín no pone fin a las exportaciones masivas que comenzaron con el fin de las barreras, en enero pasado.

El comisario de Comercio, Peter Mandelson, dijo que limitará al 7,5% la exportación de China a la UE de camisetas e hilo de lino, que han crecido un 187% y un 56%, respectivamente. "En las próximas semanas, habrá nuevas decisiones si no hay una actitud constructiva" por parte de China, amenazó Barroso.

Pekín critica que la UE y EEUU inicien investigaciones de salvaguarda contra sus productos textiles. La Organización Mundial del Comercio (OMC) aconsejó a los estados de destino que fueran levantando sus cuotas en 1995. Tenían 10 años para adaptarse. "Algunos países no lo hicieron. Mantuvieron entre un 70% y un 90% de las cuotas hasta el 2004", dijo el ministro chino. En el 2005 vino la debacle. "Y ahora culpan a China", protestó.

Además, los importadores y distribuidores europeos de productos textiles chinos consideran injustas las medidas de urgencia impuestas por la CE, mientras que los productores europeos agrupados en Euratex las califican de insuficientes.

"DOBLE RASERO" Bo defiende que China realizó "grandes esfuerzos" para crear una industria textil fuerte y eficaz. Las críticas ministeriales se suman a las de la industria, según la cual las limitaciones contra China no lograrán proteger a la industria europea. Otros países (como Vietnam o la India) inundarán entonces el mercado comunitario, vaticinan. La única vía es la reconversión, recomendaron.

Bo rechazó, además, el "doble rasero" de EEUU y la UE. Por un lado, fuerzan a los países en vías de desarrollo a abrir sus mercados. Por otro, protegen sus sectores menos competitivos. "Esta actitud viola el principio del comercio libre y justo", agregó.