El líder del PP, Mariano Rajoy, expresó su oposición a la entrada de Lukoil en el accionariado de Repsol YPF argumentando que la operación convertirá a España en "un país de quinta división, de los más atrasados del mundo". Desde Almería, donde clausuró el congreso provincial de la formación, calificó la entrada de capital ruso en la petrolera de "inmoral e inaceptable", porque tras ella, dijo, se esconde el intento por "arreglar los problemas personales de una empresa promotora apoyada por el Gobierno de España", en referencia a Sacyr.

El líder de la oposición volvió a justificar su rechazo "por razones de seguridad estratégica nacional", al tiempo que subrayó el contraste de que "en Europa ahora se debate la reforma energética para no depender precisamente de fuera". "Ningún estado de la UE ha vendido su suministro y se ha puesto en manos de una empresa rusa", dijo, pasando por alto que una parte destacada del capital de la multinacional Lukoil es norteamericano.

El líder popular conminó a Zapatero a "hacer caso" al expresidente Felipe Gónzalez, que también se opone. Y aseguró que, en defensa del interés general, hará "lo imposible" para que la operación "no salga adelante", y añadió que hay soporte legal para que el Gobierno la frene, aunque no lo concretó.

El secretario de economía y empleo del PP, Alvaro Nadal, afirmó en S´Agaró que la operación podría paralizarse empleando las tesis del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que anularon la regulación que el Gobierno español aprobó para frenar la entrada de E.ON en Endesa. En ellas se acepta el veto a determinadas operaciones si el país de origen de la compradora no cumple el principio de reciprocidad.

LA PRIVATIZACION El número dos del PSOE, José Blanco, no se mojó en relación a si el Gobierno debe impedir la operación de Lukoil. Blanco argumentó que la capacidad del Ejecutivo de actuar es "escasa" y optó por criticar al PP al recordar que fue Aznar el que permitió la privatización de la petrolera.