La 'Renaulution', la nueva estrategia de producto de la marca automovilística francesa, podría traer dos nuevos modelos a las fábricas españolas. La apuesta de Luca de Meo, director general de Renault, por los segmentos B y C, así como por la electrificación progresiva de la gama, pretende situar a las factorías de Palencia y Valladolid en una posición envidiable para hacerse con la adjudicación de dos nuevos modelos.

Aunque eso sí, todo dependerá del apoyo que se reciba desde el Gobierno español, una ayuda que el propio De Meo reclamó a Pedro Sánchez en una visita privada a nuestro país, allá por el mes de noviembre.

Tras ese encuentro, el responsable de la firma del rombo recordó sin dar nombres que no veía "una voluntad muy fuerte en política industrial", y aprovechó para ligar los futuros proyectos del Grupo en España, presentados en parte este jueves, a las mejoras en competitividad de las fábricas y al apoyo público. Blanco y en botella. Apenas un mes después, De Meo reforzó su estrategia colocando al frente de todo el entramado de la marca en España, aún más, a José Vicente de Los Mozos, actual presidente del consejo de administracion de la compañía en suelo español.

Nueva estructura

Con De los Mozos como 'Group County Head Iberia', comandando Renault, Alpine y Dacia en España y Portugal, y de la mano de Sebastian Guigues (director comercial de Renault y Alpine) y Francisco Hidalgo (director comercial de Dacia), solo queda adjudicar nuevos modelos, señal que De Meo arrancó algún tipo de compromiso de Pedro Sánchez y sus ministros al respecto.

De este modo, en la presentación del jueves, De Meo anticipó que la nueva estrategia desplegada con 'Renaulution' era buena a medio plazo para los intereses españoles y que suponía una buena oportunidad de consolidar el futuro. Una apuesta que el propio De los Mozos se ha encargado de confirmar en una reunión con las centrales sindicales españolas.

Segmentos estratégicos

Desde la sección sindical de UGT-FICA de Renault han señalado tras las reunión del Comité Intercentros, que la posibilidad de que Valladolid reciba un modelo del segmento B y un nuevo motor, y que Palencia obtenga una nueva plataforma para el segmento C, es grande. El desarrollo de una nueva plataforma en el segmento B (el del Renault Captur, que se produce en Valladolid) complementaría el volumen productivo de la planta.

Este nuevo modelo estaría asociado a la hirbridación (recordemos que la apuesta por la electrificación al 100% se desarrollará en las fábricas francesas), mientras que el nuevo motor también seguiría esa línea con productos de la familia de motores HR12. Mientras, para Palencia, podría llegar una nueva plataforma HHN del segmento C (el del Renault Kadjar), algo bastante plausible a tenor de que el vehículo contaría con la misma plataforma que el Nissan Qashqai (que se fabrica en Reino Unido, en Sunderland). Hace un año incluso se especuló con la opción de que ambos modelos se produjeran en España por culpa del Brexit.

Ambas propuestas, así como la de añadir carga productiva a la planta de cajas de cambio de Sevilla, están sobre la mesa de Renault junto a las de otras plantas del grupo francés que optan a la adjudicación. Desde los sindicatos, no obstante, se muestran optimistas ya por el mero anuncio hecho por De los Mozos de que van a competir por ellas. Un acuerdo de flexibilidad laboral, para consolidar la competitividad que reclamaba en noviembre De Meo se podría estar cociendo ya. Y con algún guiño desde el Gobierno, que no quiere (ni debería) desindustrializar un sector estratégido para la economía española.