A la luz de las dudas planteadas por la agencia de calificación Moody´s --que se centran, en buena parte, en "la falta de disciplina fiscal" de las comunidades-- se podría llegar al chiste fácil de que las autonomías son las primas del Estado que lo ponen en riesgo. Eso, haciendo un juego de palabras a partir de la ya familiar expresión prima de riesgo de la deuda pública con la que los mercados financieros castigan cada día a los bonos españoles.

Según los datos que ayer publicó el Banco de España, la deuda de las autonomías superó el 10% del PIB al finalizar el tercer trimestre del año, con un aumento del 27,36% respecto a igual periodo del año anterior. La deuda del Estado, que ya alcanza el 44,1% del PIB, ha subido el 14,95%, y la de las corporaciones locales (el 3,4% del PIB) lo ha hecho el 4,62%. En Extremadura, según Europa Press, la deuda creció en el tercer trimestre de este año un 45,99 % respecto al mismo trimestre del 2009, situándose en 1.457 millones de euros. Esta subida es superior al incremento medio de España (el 27,36%), y que sitúa en el 8,2% la ratio entre la deuda de cada región y su Producto Interior Bruto.

En total, se ha llegado a un nivel de deuda pública en España del 57,7% del PIB en el tercer trimestre, que, según el Gobierno, encaja con la previsión oficial del 62,8% para el conjunto del año y que, en todo caso, seguiría unos 20 puntos por debajo de la media de la UE.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Bruselas que "el 99% de los gobiernos autonómicos y locales" respetará el compromiso de reducir el déficit público en el 2010. "Y a quien no lo cumpla, el Gobierno le va a hacer cumplirlo", advirtió finalmente. La irónica sonrisa que dejó escapar sirvió de velada referencia al alcalde de Madrid, al que el Gobierno le ha prohibido operaciones de endeudamiento.

Zapatero añadió que será estricto "con alguna comunidad autónoma" sin dar detalles. "El Gobierno tiene el control sobre el déficit y la deuda de las comunidades autónomas", insistió Zapatero, tras quejarse de los frecuentes análisis en la prensa internacional que dan una imagen distorsionada de la realidad económica y financiera española. "Ninguna autonomía puede emitir deuda pública sin permiso del Gobierno", recordó.