Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, volvió ayer a dar muestras de su capacidad para provocar debates, incluso con tesis contrarias a las del presidente del Gobierno. Su afirmación de que en España los salarios "no están bajando, sino creciendo moderadamente" causó estupor entre los expertos, la oposición, los sindicatos y los trabajadores en general, que desde el inicio de la crisis han visto cómo sus nóminas mermaban mes tras mes, sin que ello sirviera para contener los despidos.

Las palabras de Montoro contradicen a Mariano Rajoy que durante su reciente visita a Japón esgrimió la bajada de los costes laborales en España como reclamo para animar a los inversores japoneses. También se da de bruces con los últimos informes del FMI y del Banco de España. El primero pronosticó para el año que viene un descenso del 0,4% de la ganancia por hora trabaja, tres décimas menos que este año. El emisor español reconoció el pasado día 26 de septiembre que la reforma laboral "ha propiciado una pauta de moderación salarial" y un descenso de los salarios en términos reales en los últimos trimestres.

RECTIFICACION En respuesta al dirigente de IU Cayo Lara, en la sesión de control del Congreso, Montoro dijo que los salarios "no están bajando, están creciendo moderadamente", y con cierta arrogancia, se ofreció a explicárselo al coordinador de la coalición de izquierdas "si es necesario con pizarra electrónica". Apenas habían transcurrido tres horas cuando el ministro tuvo que rectificar sus afirmaciones que dijo sustentar en la encuesta del Ministerio de Empleo sobre convenios colectivos.

La estrategia inicial del titular de Hacienda era muy simple: apoyarse en el dato de subida salarial pactada para este año en los convenios, 0,6% hasta agosto, reiterar el mantra del Gobierno de que el año acabará con una inflación por debajo de 1% y sacar la conclusión de que los trabajadores no perderán poder adquisitivo. Una ecuación similar explicó en la presentación de los Presupuestos para el 2014 respecto de la escasa subida de las pensiones del 0,25%. Pero la realidad es más compleja.

COSTES LABORALES El ministro obvió que no todos los trabajadores están cubiertos por un convenio y que la reforma laboral favoreció los descuelgues para no aplicar los incrementos acordados; que aún teniéndolo y haberse pactado la subida, ésta podría inaplicarse por la crisis; y que los costes laborales también tienen que ver con el empleo. Además, la ecuación incluye la subida de precios que no ha sido tan moderada como las rentas, con la consiguiente pérdida de poder adquitivo que nadie cuestiona.

La subida del 0,6% citada por Montoro se queda en una bajada del 0,1% si se tienen en cuenta la caída de la población activa. Y la encuesta de costes laborales del INE arroja un dato incontestable: este coste encadena tres trimestres a la baja. Pese a que se trabaja más horas, debido a los recortes de plantillas, el coste laboral por hora trabajada ha caído el 2,4% hasta el segundo trimestre de este año, según el INE.

PERDIDA ACUMULADA Además de que ninguna de las estadísticas oficiales dan la razón a Montoro, otras como el servicio de estudios de La Caixa, constatan una devaluación salarial acumulada del 7%. Ignacio Pérez Infante, de Economistas frente a la crisis, aseguró que la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde el 2010 es de 10 puntos, durante su intervención en una jornada organizada por el PSOE sobre el tema. El exministro de Trabajo Valeriano Gómez también replicó al ministro con sus propios datos, los de los Presupuestos para el 2014, en donde se pronostica una caída de 3,4% de cotizaciones sociales. Ello indica una caída de empleo y de remuneraciones: se gana menos y se paga menos a la Seguridad Social.

La buena marcha de las exportaciones "tampoco compensa" la caída de la demanda interna, consecuencia de la rebaja de salarios, afirmó la secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñeiro.

ESPALDAS A LA REALIDAD UGT contestó al minsitro Montoro que de los 3,7 millones de trabajadores amparados por convenios, el 30% pactó la congelación salarial o la reducción. A esto hay que sumar la congelación por tercer año consecutivo de las retribuciones de otros 2,7 millones de empleados públicos. Cayo Lara pidió al ministro que se aplicara él la moderación de la que habla y Ramón Górriz (CCOO) acusó al ministro de estar "de espaldas a la realidad".