El canciller alemán, Gerhard Schröder, se declaró ayer a favor de mantener el pacto de estabilidad de la Unión Europea (UE), pero sostuvo que debe ser aplicado con flexibilidad. El pacto debe subsistir "mientras no haya otros nuevos instrumentos", dijo Schröder tras reunirse en Berlín con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. El canciller dijo coincidir con Prodi y añadió que hay que aplicar este acuerdo con flexibilidad "sin perder de vista el factor crecimiento".

"No podemos congelar ni suspender el pacto", añadió Prodi, que abogó por hacer un esfuerzo conjunto para aumentar el crecimiento en Europa. La reanimación de la coyuntura económica fue también el argumento de los ministros de Finanzas alemán, Hans Eichel, y francés, Francis Mer, que también se reunieron ayer en Berlín en una de las cumbres periódicas que celebran los titulares de Finanzas de Alemania, Francia y Polonia.

COMPROMISOS

Eichel subrayó tras el encuentro que, frente al pacto de estabilidad, el desafío central es superar la situación de débil crecimiento que viven especialmente Francia y Alemania y sanear las finanzas públicas. "Haremos todo lo posible para volver a acatar el año que viene el límite del 3% de déficit" (el límite fijado por el pacto de estabilidad), declaró Eichel.

Mer destacó la determinación francesa de demostrar a los socios europeos que Francia está en condiciones de mantener sus compromisos. Tanto Francia como Alemania han superado este año el 3% establecido. Esta semana Eichel anunció que financiará dos tercios de lo que costará adelantar la tercera fase de la reforma fiscal del 2005 al 2004 con más endeudamiento. Así, volvería a superar el 3% de déficit.

En la Comisión Europea ya se ha instalado un clima de cierta preocupación. "El riesgo de que" --el déficit alemán-- "supere el 3% nos preocupa más hoy que hace un par de días", declaró el comisario de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, en clara alusión a los planes del Gobierno alemán.

Eichel, por su parte, defendió su política, al asegurar que la Agenda 2010 --el programa de recortes impuesto por el Gobierno alemán para reavivar la economía-- y el adelanto de la reforma fiscal son la contribución que realiza Alemania para la reanimación de la economía. Francia y Alemania esperan que la recuperación se produzca a lo largo de la segunda mitad de este año.

Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, se mostró convencido de que EEUU "está retornando al crecimiento económico" y de que se dan las condiciones para un despegue de la economía. Al término de una breve gira por el Reino Unido y Alemania, añadió que las medidas puestas en marcha por algunos países europeos "ayudarán a que este mercado retorne a la senda del crecimiento", si bien reconoció que Europa "crecerá menos que EEUU en los próximos trimestres".