La debilidad del sector del automóvil en Estados Unidos y de la banca en Europa arrastraron ayer a las grandes bolsas cerca de los mínimos anuales. La falta de confianza de los inversores en esos dos sectores, unida a los malos datos macroeconómicos de la jornada, abrieron las puertas a nuevos descensos, que se acentuaron a medida que se intensificaron los números rojos en Wall Street.

Así, los grandes parquets europeos cedieron más del 4%. Solo el Ibex 35 del mercado español tuvo un descenso algo menor --el 3,7%-- pero, como en el resto de plazas europeas, los bancos fueron el principal lastre para las cotizaciones. Destacaron las pérdidas del banco holandés ING (11,3%) y del Banco Santader (10%). Pero igualmente, el fabricante automovilístico francés Renault cedió más del 9%. Los inversores desconfían de los sectores más directamente involucrados en la crisis financiera pero, además, el mercado se mueve al dictado de los hedg funds , más dispuesto a vender que a comprar.

La evolución bajista del mercado neoyorquino acabó de dar la puntilla a las bolsas europeas. Aparte de las dificultades por las que atraviesa el mercado automovilístico en todo el mundo, que reclama ayudas para evitar la quiebra, el mercado inmobiliario se sumó a los malos augurios económicos. El dato de que las viviendas iniciadas en Estados Unidos cayeron el pasado mes de octubre un 4,5%, hasta su nivel más bajo desde el final de la segunda guerra mundial, precipitó las pérdidas bursátiles. El Dow Jones de Nueva York cedió más del 2,5% a media sesión, en una jornada dominada por la volatilidad.