Seis de cada diez trabajadores estarían dispuestos a cambiar de ciudad para conseguir un empleo, lo que supone un 30 por ciento más que el año pasado, ha revelado una encuesta realizada por la empresa de recursos humanos Randstad.

España se ha caracterizado en los últimos años por una escasa movilidad geográfica por motivos laborales en comparación con otros países de la Unión Europea, "pero esto podría estar cambiando, entre otros motivos, por la crisis y el aumento del desempleo", han opinado los expertos de Randstad.

Realizada este mes de febrero con entrevistas a 1.455 personas, la encuesta revela que el 73 por ciento de los trabajadores extranjeros estarían dispuestos a mudarse, frente a un 56 por ciento de los españoles, informa un comunicado. Además, la encuesta refleja que un 64 por ciento de los hombres se trasladaría a otro lugar para encontrar un trabajo, pero en el caso de las mujeres, el porcentaje desciende al 56 por ciento.

Por edades, un 62 por ciento de los encuestados de entre 16 y 24 años manifestó su conformidad con cambiar de ciudad si el trabajo lo requiere. En la franja de entre 25 y 29 años, el porcentaje se sitúa en un 67 por ciento; entre 30 y 44 años, en un 57 por ciento; los menos dispuestos a cambiar de ciudad fueron los profesionales de entre 45 y 65 años, que sólo se mudarían en un 53 por ciento.

En cuanto al nivel de formación, sólo un 40 por ciento de las personas sin estudios cambiarían de ciudad, mientras que el 69 por ciento de las personas con el grado superior de formación profesional dijo estar dispuesto a moverse. Según Randstad, España es uno de los países de la UE con menor movilidad laboral, en parte por la cultura del país y el concepto de familia.

A ello se unen la tradición de la vivienda en propiedad que complica el cambio, la dificultad en varios tramos de edad de cambiar de puesto de trabajo, el trabajo de la pareja o la inseguridad de no conocer cuáles serán las condiciones de retorno a la ciudad base en un futuro.