Tras algunos gestos dirigidos al conjunto de la sociedad y después de algunas exigencias que no se han traducido en medidas coercitivas, el Gobierno desea mantener una cierta calma con el sistema financiero. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, consideró ayer en el Congreso que ahora no es el momento de "reprobar" a los bancos y a las cajas porque hayan decidido "un comportamiento precavido", que es un "valor" en sí mismo, a la hora de conceder créditos a empresas y familias.

Solbes quiso ser coherente consigo mismo. Lo advirtió en el enfrentamiento que mantuvo con el diputado del PP, Cristóbal Montoro, al recordar que en la pasada legislatura él mismo había advertido a las entidades sobre su facilidad y generosidad a la hora de conceder créditos. "Tendrían que haber frenado más el crédito cuando lo dije", aseguró. Y es que Solbes acabó polemizando con los bancos cuando a mediados del 2007 les pedía que no alargaran las hipotecas a 40 o 50 años, una medida que inducía a adquirir viviendas con mayor riesgo.

EN LA JUSTA MEDIDA Pero con las palabras de ayer, Solbes quiso situar las cosas en su justa medida, una posición que también ha asumido el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente lo dejó claro en su comparecencia en el pleno del Congreso el pasado martes, mostrando su comprensión por la actual cautela de la banca, aunque rechazando que la situación económica haya sido determinante para empeorar el estado de las entidades financieras, como había apuntado días atrás el presidente de la Asociación Española de la Banca, Miguel Martín. Para ese cambio de actitud fue clave su reunión con los presidentes de los principales bancos y cajas de ahorro el pasado día 2 en la Moncloa.

Sin embargo, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, insiste en sus tesis y ayer justificó sus palabras cuando aseguró que al Gobierno se le estaba acabando la paciencia con los bancos. Ante una pregunta del diputado del PP, Ramón Aguirre, Sebastián dijo que no hizo otra cosa que transmitir "una preocupación" de su ministerio y de toda la sociedad, una inquietud que requiere "respeto y atención".

AYUDAR A SANEAR Solbes, en todo caso, no dejó de instar a la banca a que contribuya y se esfuerce, dentro de esa cautela que aseguró respetar y entender: "Hay que pedirles que ayuden a sanear y mejorar la situación del país, pero con la adecuada prudencia, porque si las entidades mantienen una posición sólida de liquidez podrán enfrentarse mejor a las nuevas tensiones en los mercados". Con las medidas de apoyo al Gobierno, Solbes recordó la adjudicación a los bancos de 19.000 millones de euros, procedentes del Fondo de Adquisición de Activos, que estaría "normalizando" la situación.