El crecimiento económico mundial en el 2005 se situará en un 3,9%, seis décimas menos que el año pasado, según el pronóstico del Banco de Pagos Internacionales (BPI), que también advirtió ayer de que el obstáculo a esa evolución puede venir de los elevados precios del petróleo.

Sin embargo, esas perspectivas son muy dispares, pues mientras se prevé que la economía de Estados Unidos crecerá el 3,4%, la de la zona euro no superará el 1,5% y la de Japón se quedará en el 1%. En cuanto a las economías emergentes, serán las asiáticas las que crezcan más, con una previsión media del 7,2%, seguidas por las de Europa central y oriental (5,3%) y las de América Latina y el Caribe, para las que se avanza un alza del 4,3% de su producto interior bruto.

SOLIDEZ ESTADOUNIDENSE El BPI es un organismo con sede en Basilea que reúne a todos los bancos centrales del mundo y que se dedica al estudio de la evolución de la economía. Para avalar su pronóstico, los economistas de la institución apuntan al sólido crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre del 2005, así como "a la aceleración de la actividad en Japón y, en menor medida, en la zona euro con respecto al débil cuarto trimestre" con que los países comunitarios cerraron el ejercicio del 2004.

No obstante, la alerta del BPI se centra en los elevados precios del petróleo, que en los últimos días han llegado a superar los 60 dólares por barril, y que según este organismo "podrían mantenerse perfectamente en niveles elevados durante un periodo de tiempo prolongado".

Precisa que "en caso de materializarse incrementos adicionales de precios, podrían darse repercusiones más graves de las previstas", entre las que destacaron las recientes presiones inflacionistas que se han producido en EEUU. Otra llamada de alerta se refiere a los tipos de interés a largo plazo, que "están extremadamente bajos en la actualidad" y que "si retornaran a niveles más normales, podría producirse una reducción del gasto de los hogares y un parón en la construcción de viviendas". Agregan, además, que en una serie de países, que no precisa, "los precios de la vivienda parecen expuestos a correcciones a la baja de magnitud incierta".

Para el BPI "la reducción de los desequilibrios macroeconómicos sigue siendo un desafío fundamental" y subrayan como "una vertiente del problema" el creciente déficit por cuenta corriente de EEUU, el aumento de los superávits en Asia y los elevados déficit presupuestarios.