Un trabajador en España acabó el 2018 cobrando un sueldo medio bruto de 2.039 euros mensuales. Con un incremento del 0,9% respecto al 2017, es la mayor subida en tres años de los salarios, que no es suficiente para atrapar a la inflación. Esta cerró el año con una media del 1,7%, lo que implica que la mayoría de españoles volvió a perder adquisitivo un año más. Y en la última década el acumulado asciende hasta el 7,1% de media. Así lo constatan los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, publicados ayer por el INE.

Los trabajadores españoles perdieron cada mes de este 2018 un total de 15,5 euros de poder adquisitivo, puesto que el sueldo medio debiera haber cerrado en 2.054,5 euros si las remuneraciones hubieran crecido al mismo ritmo que el coste de la vida. Los españoles dejaron de ganar en la última década una media de 146 euros al mes, comparando los datos de cierre del 2008 con los del 2018 y cruzándolos con la inflación registrada. Teniendo en cuenta que el IPC acumulado entre ambos periodos fue del 12,6%, el salario medio debería haber sido al final del 2018 de 2.185 euros brutos mensuales.

La evolución del coste salarial contrasta a la baja con el dato del Ministerio de Trabajo sobre salarios según convenio, que registró en diciembre un ascenso del 2,1%. La economista sénior de Funcas María Jesús Fernández atribuye dicha brecha de más de un punto al efecto «deriva salarial». Es decir, ni los convenios cubren a la totalidad de los trabajadores, ni han evolucionado salarialmente de igual forma todos los sectores. «El crecimiento de los últimos años se ha sustentado en una presión a la baja de los salarios de los trabajadores que ingresaban nuevos o se reincorporaban tras el estallido de la crisis», afirma.

Es decir, el moderado crecimiento de los salarios puede esconder un fenómeno de brecha salarial, entre aquellos profesionales que mantuvieron su puesto de trabajo tras el crack del 2008 y la inflación no les mermó tanto sus salarios y aquellos con rentas más bajas y que pueden no ver revertida la tendencia en un corto plazo. «Las tasas de paro todavía son altas y ello provoca que el coste laboral no se vea presionado, especialmente en aquellos sectores menos cualificados», declara la economista de Funcas.

No en todas las áreas los profesionales han perdido poder de compra de igual manera. Si la pérdida media ha sido del 7,1%, los trabajadores del sector servicios fueron los que se llevaron la peor parte, con una pérdida acumulada del 9%. También son los que peores remuneraciones registran, con 1.965 euros EN 2018.

Los profesionales de la construcción son los que mayores alzas experimentaron. En el último trimestre del 2018 registraron una subida del 2,8%. No obstante, los trabajadores de la construcción perdieron el 2,7% de poder adquisitivo. Por el contrario, los de la industria fueron los únicos cuyos salarios le vencieron el pulso a la inflación, ganando poder de compra en el 0,6%.

POR COMUNIDADES / Andalucía fue el territorio más perjudicado salarialmente en la última década. Hasta el punto que el sueldo medio era superior en el cuarto trimestre del 2008 (1.776 euros) que en el del 2018 (1.746 euros). Los andaluces perdieron el 14,5% de poder de compra en diez años. Le siguieron Castilla y León (10,6%) y Aragón (10,3%).

En ningún territorio el coste salarial medio superó el avance del IPC, aunque Madrid, con una pérdida del 2,9%, fue la menos afectada. La capital del Estado fue la segunda con mayores costes salariales, con una media de 2.437 euros mensuales brutos; solo superada por poco por el País Vasco, con 2.439 euros.