La telefonía móvil parece no haber tocado techo pese a las 106,29 líneas por cada 100 habitantes que hay en España. El último recuento de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) calcula que en marzo se captaron 515.883 abonados, en su mayoría de contrato, lo que supone que desde diciembre se han sumado 1.126.874 líneas. Movistar es quien más abonados ha ganado, 108.078 altas, seguido de Vodafone, con 96.629.

El organismo regulatorio explica el fenómeno por la proliferación de segundas líneas móviles, que se une a la cada vez menos presencia del teléfono fijo en los hogares, que cae un 0,10%, con un frenazo en la instalación de líneas ADSL, que registran un 16,9% menos de altas que en el primer trimestre del 2006, y un repunte del cable (45,1% más).

Esta tendencia a sustituir el teléfono fijo por el móvil se observa también en el resto de Europa, hasta el punto de que España está justo en la media europea de penetración: 72%, según el Eurobarómetro; 78,72% según la CMT. Las cifras, sin embargo, están por debajo de países como Francia y por encima de Portugal e Italia.

Las líneas de ADSL siguen siendo las preferidas para el acceso a internet. Un 23% de europeos las vincula a la red hasta el punto que, en igualdad de condiciones con el móvil, no la sustituiría.

Los operadores de cable sumaron 98.657 nuevas líneas entre enero y marzo, un 45,1% más que en el primer trimestre de 2006. Los proveedores de DSL acumularon 357.092 líneas en dicho periodo, un 15,4% más que el año anterior.