El índice que mide las expectativas de crecimiento de la economía española reveló que en enero hubo un fuerte frenazo de la actividad. Otro dato, el índice de producción industrial, que registró igualmente una caída inesperada (-2,4%), intensificó esa percepción en los mercados de capitales. Abonado por otros malos datos económicos de EEUU y Europa, el pesimismo se tradujo en una fuerte caída de las bolsas. La más perjudicada de todas fue la española. El Ibex se hundió el 5,19%.

El Purchasing Managers Index (PMI, en sus siglas inglesas) que elabora la agencia NTC Economics, registró en enero la mayor caída desde que se comenzó a elaborar hace ocho años. El dato para todos los sectores se situó en el 46,3. Cualquier lectura por debajo de 50 implica un escenario de recesión. El registro supone que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre será de un 0,4%, frente al 1,1% registrado en el 2007. Aunque el PMI anticipa un parón, según los expertos se entiende por recesión dos trimestres consecutivos sin crecimiento o con menor actividad.

La encuesta que se realiza entre 800 empresas revela que el deterioro del indicador se debe a la debilidad de la actividad comercial en el sector servicios, mientras que el sector manufacturero mantuvo el pulso. El dato no acaba de concordar con la evolución del índice de producción industrial (IPI), que descendió el 2,4% en diciembre. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, dijo que muestra la prevista desaceleración de la economía española e insistió en que el Gobierno "no está preocupado" porque ha estado toda la legislatura preparándose para esta situación.

La caída de la bolsa española fue más dramática que la registrada en otros parquets europeos, pero se agudizó al abrir Nueva York. El PMI del sector de servicios de enero en la zona euro fue 50,6 puntos, por encima de un escenario recesivo.

CRITICAS DEL FMI Mientras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) denunció ayer en un estudio colgado en su web que la regulación de los mercados de valores de muchos países tienen "vacíos" importantes. Y criticó la incapacidad de muchos organismos reguladores para defender a los inversores.