El Tesoro logró colocar en la subasta celebrada ayer un total de 2.999,90 millones en obligaciones a 15 años. La contrapartida es que el tipo de interés marginal se situó en el 5,145%, el 15% más caro que en la colocación de abril (4,444%) y al nivel más alto desde el año 2000.

La suma se sitúa en el umbral máximo que se había establecido y supone 2,5 veces la cantidad demandada, que ascendió a 7.721,62 millones de euros. Eso refleja el respaldo de los inversores.

Tanto el nivel solicitado por los inversores como el finalmente repartido fue muy superior al de la anterior subasta de obligaciones a 15 años del pasado 22 de abril, en plena ola de tensión en los mercados, tras el alza del déficit público de Grecia. Entonces, el Tesoro pudo adjudicar 2.103,81 millones, frente a los 3.772,01 solicitados por bancos, fondos y otros inversores.

En junio, el Tesoro adjudicó más de 16.500 millones de euros, frente a los más de 34.200 solicitados, y en julio tuvo lugar una subasta de bonos a cinco años, en la que se colocaron 3.500 millones.

El coste de financiación del Estado se ha incrementado considerablemente desde que estalló la crisis griega y desde que, a finales del mes de abril, la agencia Standard & Poors volvió a rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de España.

En la subasta celebrada la semana pasada, China, el mayor tenedor de deuda y divisa extranjera del mundo, adquirió varios cientos de millones de bonos del Tesoro español. Eso fue interpretado por los mercados internacionales como un voto de confianza hacia la economía española.